Imaginate sumergirte en un cuadro de Goya, allá por España en 1799. Navegar en la locura de su mente mientras pintaba obras como El Agarrotado, y comenzar a indagar sobre el rol de la iglesia en el remolino que estaba generando la Revolución Francesa.
Quizás no tengas idea del contexto histórico, pero The Stone of Madness va a lograr que te internes en este monasterio (el cual fue convertido en un manicomio y prisión inquisitorial) e intentes desesperadamente desenmarañar sus misterios y escapar, antes de que la cordura de tus personajes se vaya esfumando hasta dejarte sin control.
The Game Kitchen es un estudio ubicado en España que, según ellos, se dedican a "desarrollar juegos independientes con significado". Vamos, que si quieren hacer un juego, lo hacen con ganas o no lo hacen. Y con ésto en mente, ya podemos entender la calidad y el detalle que consiguen con sus proyectos. Saben hacer las cosas de a poco.
Comenzaron con The Last Door: una aventura point and click de miedo y suspenso ambientada en una Inglaterra victoriana, con un estilo pixel art de la resolución más baja que pueda existir (ojo que esto no es un impedimento para que el arte esté muy bien logrado). Luego avanzaron hacia Blasphemous, un plataformero intenso y profundo, con jugabilidad tipo hack and slash. Aquí se adentraron en el mundo de la fantasía con un estilo gótico y sangriento (bien gráfico), manteniendo el pixel art pero subiendo la resolución para dar esos detallitos de los desmembramientos.
Con The Stone of Madness, vuelven a pisar bien fuerte y, por si quedaba alguna duda, demuestran que no se andan con rodeos. En este lanzamiento podemos encontrarnos con algo que podría ser obvio, pero que es la razón por la cual Emilia Pérez fue una película tan criticada (ya lo vas a entender...).
La Piedra de la Locura se remonta a los Pirineos en el siglo XVIII. Un cura nos relata que fue apresado en el mismo monasterio en donde lo invitaron a vivir, ya que en el último tiempo comenzó a descubrir secretos oscuros entre sus muros, llevados a cabo por los mismos líderes de la institución. La vida eclesiástica es controlada por el inquisidor y sus seguidores, el monasterio no es un lugar seguro y el objetivo es escapar.
Es un juego isométrico de sigilo táctico que nos brinda a 5 personajes totalmente distintos, cada cual con sus fortalezas y debilidades bien marcadas (algunas se pueden usar por la noche y otras por el día), las cuales vas a tener que controlar de forma estratégica para poder desenmascarar los secretos del inquisidor, salvar a tus colegas y escapar sin que la locura te traume por completo. Los personajes son:
· Alfredo: un cura justiciero al que lo daña ver sufrimiento y muerte.
· Eduardo: un hombre fuerte y hábil con las manos, pero que le teme a la oscuridad y perdió el habla de tanto que lo torturaron.
· Leonora: una joven con problemas de ira que no tolera las grandes fogatas.
· Amelia: una pequeña escurridiza y traviesa, que se nubla al ver las gárgolas del monasterio.
· Agnes: una anciana bruja y sabia, que no puede verse reflejada en los espejos.
Hay 3 dificultades y te permite jugar con teclado o joystick, pero recomiendan usar la segunda opción. La verdad, no estoy acostumbrada y me costó un poco terminar de aprender todas las cosas que se pueden hacer (más aún cuando se van sumando personajes). La jugabilidad es muy compleja, inicialmente el objetivo es esconderse y llegar a ciertos puntos con sigilo. Pero cada personaje trae consigo nuevas habilidades que van a facilitarte las cosas en algunas zonas, y debilidades que van a hacer que tengas que pensar bien "quién y qué" para cada acción.
Cuando cae la noche, el monasterio se vuelve un infierno: el toque de queda obliga a moverse con el doble de cuidado y las ánimas errantes no te van a dejar en paz. Escabullirse en la oscuridad es un riesgo, pero si te quedás quieto, perdiste la oportunidad de avanzar y conseguir mejores recompensas.
Un factor crucial es el miedo. En otros juegos del género, la cordura se gana o se pierde y te afecta de forma general. En este caso, cada personaje tiene momentos y lugares muy específicos donde pierde la cordura. Y si la perdés por completo, además de tener inhabilitado al personaje por todo el día, se desbloquea un nuevo trauma. Es decir, cuanto peor juegues, más difícil se te va a hacer seguir adelante.
La historia plantea varias líneas narrativas, las cuales van a depender de los caminos que elijas. Hay desde drama, corrupción, acción, romance, terror, fantasía y autolesiones (acá remarco: "no apto para mentes sensibles"), y todo está ambientado perfectamente a la época.
El sonido es dirigido por Carlos Viola, músico sevillano, que ya nos había envuelto con sus melodías en los juegos anteriores del estudio. Regresa con su talento para componer guitarras, y suma un coro gregoriano y un órgano de tubos que, te aseguro, si no sentís que se te eriza la piel cuando lo escuchás, es porque no te corre sangre por el cuerpo.
Artística y narrativamente se pueden notar claras referencias: la historia y perspectiva de cámara tienen mucho de El Nombre de la Rosa / La Abadía del Crimen (película y juego), pero el estilo artístico se aleja del pixel art para darnos un arte a mano exquisito, inspirado en Goya (si me dicen que Eduardo no es igual a Saturno devorando a su hijo, no entendieron nada).
Acá es donde termina de cerrar todo perfectamente. El estilo oscuro e inquietante en la construcción de los personajes, los colores y el trazo se suman a la perspectiva isométrica, la música eclesiástica y la historia inundada de misterio y suspenso. The Game Kitchen se encargó de hacer que sientas el miedo de estar encerrado en un monasterio pirineo de locos y fantasmas en el año 1799.
Es decir, tenemos a españoles haciendo un juego que habla de historia española, en España, usando un estilo artístico de un pintor español, inspirados en un juego español que tomó la trama de un libro italiano. Cuando sos parte de una cultura, la respetás, la investigás, te nutrís de ella y te rodeás de personas que tienen la misma visión... salen las cosas tan bien como salió The Stone of Madness (y cuando te cagás en todo esto: sale Emilia Pérez).
Conclusiones
Si querés poner a prueba tu ingenio y temple, La Piedra de la Locura te va a dar unas buenas horas de vicio. Sabe manejar perfectamente el nivel de dificultad para que te entretengas y te superes en cada reto.
Lo mejor
· La historia es potente pero no tapa la jugabilidad, no se vuelve aburrida.
· El arte y la música te envuelven completamente en el mundo que recrean.
· No es una historia 100% lineal, lo que da más sensación de decisión del jugador.
Lo peor
· Hay escenas sensibles, algunas se pueden evitar pero no todas.
· No podés guardar la partida cuando querés, tenés que terminar el día.
· Si seguís el consejo de los desarrolladores y usás joystick, tené en cuenta que lo pensaron para Xbox. Yo uso uno de PS y hasta que entendí que la X era la A me llevó un rato automatizarlo.
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