Análisis de Dragon Age: The Veilguard - PS5 Volver arriba

+ Puntuar

  • Puntaje editor

    7.0
  • Puntaje usuarios

    8.0
Dragon Age: The Veilguard
Gabriel Pizarro
Redactor
Gabriel Pizarro / Gabriel

Tenía una frase muy cool, pero se perdió y nunca volverá a ver la luz. Leer más »

Email: prensa@playnomore.com
21 de Noviembre del 2024

Análisis de Dragon Age: The Veilguard - PS5

El nuevo intento de Bioware por volver a la cima de los desarrolladores de RPG.

Altibajos


Hace diez años ya que esperamos la salida de un nuevo Dragon Age, desde la aparición de Inquisition. En aquella época, parecía que Bioware no podía hacer nada mal en cuanto a RPG... pero llegaron los malos tiempos. Mass Effect Andromeda y Anthem no tuvieron ni el éxito ni la recepción esperados, y el trono de los RPG que la compañía supo mantener durante años fue ocupado por más de un competidor. Es por eso que el regreso de una de las franquicias más queridas de la empresa se vivió con mucha expectativa. El resultado, sin embargo, está un poco lejos de lo que habría esperado y me demuestra que Bioware todavía no sabe bien que rumbo tomar con Dragon Age. Si bien el juego no es malo ni tiene grandes problemas de jugabilidad o rendimiento, sí sufre el viejo mal de querer contentar a todos y, como resultado, terminar agradando a pocos.
Algo que ya parece ser una tradición en Dragon Age es que no hay un compromiso en cuanto al sistema de juego. Dragon Age: Origins fue un RPG de la vieja escuela, al estilo Baldur's Gate (los primeros dos) pero perfectamente adaptado a los estándares de su generación; Dragon Age 2, sin embargo, fue en una dirección totalmente diferente, cambiando lo estratégico por la acción pura; Inquisition logró un equilibrio entre ambos estilos, proponiendo un combate con mucha acción sin dejar de lado cuestiones estratégicas como posicionamiento y administración de recursos. Ahora tenemos Veilguard, que vuelve a proponer lo que para mí es un retroceso, yendo directo a la acción y reduciendo y hasta eliminando cualquier necesidad de estrategia. Si bien está muchísimo mejor logrado que Dragon Age 2, no deja de sentirse más como un hack n' slash que un juego de rol.

El nuevo sistema propone un estilo similar a juegos como God of War, donde el énfasis está enfocado en el timing de los movimientos, la lectura de los patrones de los enemigos y la sinergia y combinación de ataques con los aliados. Cada clase en DA: V (pícaro, guerrero y mago) cuenta con dos sets de armas que pueden intercambiarse en medio del combate (salvo el rogue/pícaro que puede usarlas a la vez) y que influyen tanto en la forma de combatir como en las habilidades de subclase. El guerrero, por ejemplo, tiene como sets de armas un escudo y arma de una mano (espadas, hachas) y un arma de dos manos, sin escudo. A la vez, presenta tres subclases: Champion, Slayer y Reaper. Si vamos por el camino del Champion, el énfasis está puesto en el uso de escudos y habilidades defensivas; mientras que Slayer es más ofensivo y mejora el uso de armas a dos manos. Es similar con las otras dos clases.
Independientemente de las armas y subclase que elijamos, el combate tiene elementos cada vez más comunes en los hack n' slash, como lo son el parry y el esquive, movimientos que pueden dar pasos a ataques más poderosos de nuestro lado. El sistema de aliados viene a complementar este estilo de juego, ya que si bien no podemos utilizarlos activamente, sí podemos ordenarles qué ataques realizar para que puedan combinarse con los nuestros, como sucedía, por ejemplo, en Mass Effect. Lo más interesante y entretenido del combate es, justamente, combinar ataques para causar efectos especiales en los enemigos, los cuales luego pueden ser explotados para generar ataques de área bastante destructivos.

En sí, a pesar de estar enfocado en la acción antes que lo estratégico, el combate está a líneas generales bien implementado. Los problemas más grandes que he encontrado son que a medida que aumentamos de nivel y los poderes se vuelven más fuertes y vistosos, la pantalla se vuelve un remolino de colores y sonidos que es más molesto que llamativo. El otro, es que el sistema de lock-on para enfocarnos en los enemigos no es muy efectivo, particularmente para quienes usen magos, lo que resulta en partidas particularmente frustrantes para esta clase.
La exploración sufrió también cambios respecto a su antecesor. El estilo de mapas abiertos se dejó de lado por niveles muchos más lineales para las misiones principales, pero con desvíos que nos obligan a revisitarlos con diferentes personajes si queremos conseguir todo lo que ofrecen. Si bien hay lugares más abiertos, como una zona nexo entre mapas donde se pueden cumplir diversas misiones secundarias, el juego hace poco por animar la exploración. El resultado son mapas mucho más detallados pero con mucho menos para hacer.

El punto fuerte: la construcción del mundo


Si hay una razón por la cual sí jugar Dragon Age: the Veilguard, esa es la historia y lo que han hecho con la expansión del trasfondo. A diferencia de juegos anteriores, donde la acción se enfocaba en una región en particular y en una amenaza contenida a ese lugar, en Veilguard nos embarcamos en una ambiciosa misión por salvar a todo el mundo de un desastre sin precedentes. Como tal, viajaremos por todo Thedas (el mundo de Dragon Age) en busca de aliados o tratando de desbaratar los planes enemigos. Es aquí donde la decisión de hacer un juego más lineal se puede justificar, ya que cada locación es única y está hermosamente desarrollada. Además, cada lugar tiene sus propias costumbres y facciones especiales que no hacen más que enriquecer el universo de Dragon Age y sus relaciones. Si bien este último apartado va a interesar más al gamer que también disfrute de lo literario, es digno de destacar por el gran trabajo realizado.
El guión, por otro lado, puede sufrir un poco debido a limitaciones de la trama. Mientras que, en los juegos anteriores, nuestro personaje era lanzado a la aventura sin quererlo, el protagonista de esta entrega, Rook, es un héroe hecho y derecho y fue reclutado para salvar al mundo. Eso implica que no se pueda jugar como un villano o un personaje cruel. Además, el sistema de diálogos también sufre de estas limitaciones, ya que la mayoría de las veces tendremos tres opciones de respuesta: positiva, sarcasmo o defensiva, pero más allá de un ligero cambio de tono para cada una de estas opciones, el dialogo no cambia demasiado ni nos permite hacer un Rook personalizado. El viejo dilema entre contar una historia y dar libertad al jugador, por el que cada quién verá que prefiere.

Conclusiones


Soy un gran fanático de Dragon Age: Origins, por lo que me dolió en el alma lo que hicieron con Dragon Age al cambiar drásticamente la jugabilidad. Del mismo modo, me alegré mucho con Inquisition y su retorno a modos de juego más estratégicos. Y ahora, otra vez más volvemos a la acción pura y dura que, si bien está muchísimo mejor implementada que en la segunda entrega, no deja de ser decepcionante para quienes nos enamoramos de Origins. Por otro lado, la historia y el trasfondo del que han dotado al mundo del juego son motivos más que suficientes para darle una oportunidad a Veilguard.

Al final del día, nos encontramos con un juego divertido y que ofrece bastantes cosas, pero que demuestra una vez más que Bioware no sabe qué identidad quiere darle a la franquicia.


Lo mejor
· El trasfondo.
· La historia.
· Poder recorrer muchas regiones diferentes en Thedas.

Lo peor
· La falta de contenido estratégico en los combates.
· Niveles demasiado lineales.
· Algunos problemas de guión, a pesar de que la historia sea interesante.
Comentarios (0)

Todavía nadie ha comentado ésta publicación. Sé el primero!

Deja tu comentario
* Está prohibido el vocabulario ofensivo. Cualquier comentario con estas características será dado de baja. ENVIAR
Ficha del juego
Dragon Age: The Veilguard
Galerías
Dragon Age: The Veilguard
  • Empresa
    Bioware.
  • Origen
    Canadá.
  • Fecha de lanzamiento
    31 de Octubre de 2024.
  • Plataformas
    SERIES X|S, PS5, PC.
  • Descripción

    Anunciado durante The Game Awards 2018, es una nueva entrega de la franquicia de acción y rol. En junio de 2022 BioWare se reveló que su nombre oficial sería Dragon Age: Dreadwolf, pero en junio de 2024 finalmente se rebautizó como Dragon Age: The Veilguard. Cuando los dioses corruptos se liberan de siglos de oscuridad, las probabilidades estarán en tu contra. No puedes hacer esto solo. Reúne un equipo de siete compañeros, cada uno con vidas ricas y profundas historias. Estos son personajes de los que entablar amistad e incluso enamorarse. Entre ellos, un asesino, un nigromante y un detective aportarán cada uno su propia experiencia y habilidades únicas a la lucha. Nunca estás solo; decide a quién llevar a la batalla y juntos enfrenten a demonios, dragones e incluso dioses antiguos.