Análisis de Sparklite - PS4

Ahora que nos vamos despidiendo del año, miro un poco atrás y me doy cuenta que he jugado muchos más juegos independientes que otra cosa. Y con mucho placer. El único lado negativo que tiene esto es que cuando las propuestas empiezan a repetir fórmula, me doy cuenta mucho más rápido. Desde su perspectiva aérea, hasta las propias habilidades de la protagonista, estamos ante un juego con claras influencias de los The Legend of Zelda clásicos, involucrando además elementos clave de los títulos roguelike. La combinación es hermosa y ya lo hemos comprobado muchas veces, así que Sparklite tiene la difícil tarea de darnos algo nuevo.

Una de las cosas más divertidas del juego es que estamos en constante progresión. En cada partida nosotros mismos vamos a reunir Sparklite que sirve para comprarnos de todo. Mientras no estemos en el mundo, nos encontraremos en la base flotante. Allí, Ada puede mejorar su salud, defensa, ataque y demás, e incluso pagar para abrir nuevos negocios atendidos por los personajes que conocemos. De esta manera iremos agrandando nuestro nuevo hogar y consiguiendo las ayudas necesarias para que las cosas se hagan más fáciles abajo. Porque claro, al principio nos pueden bajar de dos piñas, pero mientras más fuertes nos hagamos, más lejos vamos a poder llegar. Digamos que la partida empieza siempre de 0, pero no. Vamos a explicarlo.

Cada vez que comencemos, el mundo se va a reiniciar, desordenando los sectores tales como los habíamos recorrido en previas partidas. Las minas cambian su lugar, la entrada a cada zona está en otro lado, etc. Lo que sí son acumulables son las victorias contra los jefes, y las habilidades claves que nos permitirán el acceso a nuevos lugares. Entonces una vez resuelta en su totalidad toda una área en particular, ya no nos hará falta regresar, por lo que el reinicio del mapa no nos va a afectar. Como dije, es muy bonita la sensación de progreso, ya que hasta con el correr de las horas y algunas subquest, conseguiremos desbloquear el mapa de cada zona y poder avanzar más rápido.

Claro que no podemos cargar con todas las mejoras juntas, ya que Ada cuenta con una mochila que la limita. No solo comparte el nombre con Ada Wong, si no que esta mochila recuerda un poco a Resident Evil. Podemos ir agrandándola invirtiendo bastante Sparklite, o hasta podremos combinar cosas para hacer mejor uso del espacio, un agregado que le va a gustar mucho a los fans del orden. En cuanto a los bosses, están bien pensados y la realidad es que si nos tomamos el tiempo de mejorar, no reprensentan un gran reto, ya que cuentan con varios patrones y los repiten. En cambio el boss final sí nos puede dar algún dolor de cabeza si no nos dedicamos a desbloquear todo lo que el mapa tiene para ofrecer, lo cual está muy bien.

Sparklite es, sin dudas, muy entretenido. Cuenta con una duración correcta para lo que es el juego, rondando las ocho horas, y siempre nos invita a explorar y descubrir ese secreto que nos faltaba. El mapa aleatorio hace que se renueve constantemente la sensación de sorpresa, aunque al jugar mucho ya vamos descubriendo pantallas que se repiten siempre. Pero si tenemos que volver a la pregunta inicial, no, Sparklite no trae nada nuevo a la mesa. Tenemos un golpe básico, una ballesta, el típico esquive, un robot que nos ayuda, puzles y más, pero en sí no hay ningún elemento innovador. Estoy seguro que de todas formas los creadores se centraron en hacer algo divertido, y no era su intención revolucionar el género ni mucho menos. En ese sentido, les salió todo muy bien.

Vale la pena mencionar que hay un modo para dos jugadores, algo que me emocionó mucho cuando lo vi. Lamentablemente imaginaba otra cosa como probablemente cualquiera que lea dicho modo. No se trata de dos jugadores luchando codo a codo, sino que el segundo jugador puede controlar al mencionado robot que nos da una mano con algunas cosas... y ni siquiera es útil todo el tiempo, así que en realidad es una modalidad poco recomendable.

Por el lado artístico, Sparklite hace muy bien su tarea, llevándonos a la bella era de 16-bits pero obviamente con casi total libertad tratándose de un juego de actual generación. Tenemos varios diseños de enemigos, aunque se van repitiendo con otros colores, y cinco áreas bien diferenciadas entre sí. Todo acompañado por una linda banda sonora, con varias melodías pegadizas.

Sparklite es un juego muy entretenido, y su intención principal se cumple. No pretende revolucionar el género, sino ofrecernos unas agradables horas de diversión, explorando su mundo y mejorando a la protagonista hasta lograr sortear todos los desafíos que nos esperan. La progresión constante nos invita siempre a regresar, y cuenta con la duración justa para no volverse pesado. Si te gusta el género, buena opción para pasar el rato.

· La progresión constante que hay entre partidas.

· La mochila.

· Banda sonora.

· El reinicio del mapa le da un toque fresco a cada intento...

· ... aunque con el correr de las horas ya se empieza a ver el patrón de las zonas.

· El argumento es básico y sin sorpresas.

· No trae nada nuevo a la mesa, aunque no deja de ser muy entretenido.

· Engañoso modo para dos jugadores, ja.

· Se repiten varios diseños de enemigos.