Domo Arigato Mr. Robotto
Indiebot
De la mano de Drakkar Dev y Blowfish Studios, nos llega esta interesante apuesta a un género poco explotado en Occidente, que, a falta de una mejor definición, podríamos catalogar de “mecha shooter”. En estos juegos nos ponemos al mando de un “mobile suit” con el cual combatiremos en un espacio donde es posible moverse en cualquiera de los ejes (esto es: arriba y abajo; izquierda y derecha; adelante y atrás). No se requiere demasiado nivel técnico para lograr un juego de estas características con un buen apartado visual, por lo que se entiede su elección para un desarrollador independiente. Pero, como ya había mencionado, la popularidad de este género fuera de Japón (donde Gundam es rey), deja mucho que desear.
Volviendo a nuestro juego, resulta que en una lejana galaxia, las colonias se ven sumidas en guerra cuando el maligno Imperio Zatros las ataca. Por suerte, un grupo de pilotos renegados va a ponerse al frente de la resistencia haciendo uso de sus mecha: los War Tech. Original ¿no?. No, para nada. Una historia que se ha hecho mil veces en ciencia ficción en cualquier soporte disponible. En resumen, la historia no importa, enfoquémonos en el resto del juego.
De menor a Mayor
Detrás de los controles de un War Tech, tendremos la posibilidad de movernos con total libertad a través del espacio mientras combatimos contra naves y otros mechas. El sistema de combate es muy sencillo, disponiendo de tres tipos de ataques principales: un arma de repetición; un cañon; y misiles. Cada arma gasta una determinada cantidad de energía disponible, y lo mismo sucede cuando activamos los propulsores para movernos a mayor velocidad. Por suerte, la energía se recarga automáticamente mientras no tomemos acciones, pero por eso mismo, parte de la dificultad del juego será aprender qué usar y en qué momento. Además de estos tres ataques básicos, contamos con un movimiento cuerpo a cuerpo especial. Cuando un enemigo tenga poca energía, podemos acercarnos y destruirlo en un ataque cuerpo a cuerpo. O si enfrentamos a un War Tech enemigo, es posible ensarzarse en una lucha a puro espadazo. Este combate cuenta con sus reglas particulares, que ya veremos. Como extra cabe mencionar que cada mecha cuenta con un escudo, solo que al desplegarlo, no se puede usar otro ataque que no sean misiles.
Esto es lo básico, y de entrada, parece poco y hasta monótono. Las primeras misiones son tan fáciles que hasta llegué a pensar que me iba a comer un bodrio infumable. Pero a medida que la cosa se pone difícil, con más enemigos y más fuertes; con war techs especiales o en grandes números; con misiles volando para todos lados... en fin, cuando pega el frenesí, el juego se vuelve mucho más interesante.
Por supuesto, así como los enemigos se ponen más intratables, también nosotros tenemos acceso a nuevas habilidades para acabar con ellos. La monotonía que amenazaba la primer parte de la partida, rápidamente se rompe.
Y no hay que olvidarse del combate cuerpo a cuerpo. Una vez que accedemos a pelear contra otro War Tech frente a frente, la pantalla cambia a un espacio en el que solo será posible moverse alrededor del contrincante. Disponemos ahora de dos ataques, uno débil y rápido, y uno fuerte y lento; y además, el bloqueo. El sistema es muy simple: pegarle al otro antes de recibir un golpe. Pero a medida que los War Tech que enfrentamos se hacen más fuertes, también se hacen más hábiles. Además de golpear, podemos cubrir con el escudo, con la particularidad de que si cubrimos en el momento justo del golpe, dejaremos al contrincante deshabilitado por unos segundos. También es posible esquivar el golpe, cosa que si se hace a tiempo nos permite un rápido contraataque. Por último, cuando ambos golpean a la vez, accedemos a un impase que, si lo resolvemos a nuestro favor, dejaremos sin guardia al enemigo. Por supuesto, todo este arsenal está disponible para ambos luchadores, así que no hay que confiarse.
Tuneando el Mecha
Al empezar la partida, se nos ofrece la elección entre tres modelos de War Tech. Hawk es rápido pero poco resistente. Lynx es balanceado. Y Rhino es una mole que golpea duro, pero se mueve muy lento. Más allá de la resistencia, fuerza y velocidad, el estilo de juego mantiene los mismos ataques para los tres modelos. El tema es que si bien empezamos con un mecha casi desnudo, a lo largo de la partida vamos a poder ir comprando partes para hacerlos mas poderosos.
Y créanme que hay para elegir, con la friolera de hasta 180 partes distintas para cada uno. ¿Querés cañones de plasma? Hay. ¿Preferís tecnología laser? Pasillo dos. “No me gustan tanto las espadas, prefiero un hacha de batalla, ¿tenés?”. Por supollo. Podemos cambiar la apariencia y el color, y hasta el estilo de juego, ya sea que prefieras más velocidad o mayor cantidad de misiles, o disparar con un enorme cañon antimateria. Tenemos que tener en cuenta que, a medida que avanzamos, nos encontraremos con enemigos que son más fuertes y hasta inmunes a ciertos tipos de energía, por lo que planificar el equipo es vital.
Conclusiones
Cuando empecé el juego, realmente no le tenía demasiadas esperanzas. La historia es blanda, y al principio la jugabilidad se antojaba lenta y monótona. Sin embargo, con el correr de las misiones, la cosa va cambiando: el juego adquiere variedad, y mejorar a nuestro War Tech se vuelve bastante adictivo. No será una maravilla en cuestión de narrativa o en detalles técnicos (las animaciones son un poco anticuadas), pero aun así es una buena (y barata) opción para adentrarse en este tipo de juegos.
Lo mejor
· La customización del Mecha.
· Las batallas.
Lo peor
· La historia.
· La jugabilidad es un poco dura en consolas.
· El nivel gráfico es un poco bajo incluso para un indie.
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