Análisis de Shikhondo: Soul Eater - PS4

¿Cuántas fichas habremos gastado en los arcades para tener una vida más? El tiempo avanza y hoy por hoy podemos emular todos esos juegazos que viciábamos en las salas recreativas y pasarlos de punta a punta con todas las oportunidades que necesitemos. ¿Eso les quita algo de gracia? Claro que no, hasta el presente siguen siendo títulos altamente desafiantes y arriesgarse a pasárselos sin malgastar nuestros corazones sigue siendo un reto de lo más entretenido. Gracias a eso, siguen llegando propuestas de ese estilo para las plataformas actuales, y en este caso DeerFarm nos trae un shoot 'em up protagonizado por dos muchachas.No hay mucha trama en Shikhondo: Soul Eater, más bien uno puede sacar sus propias conclusiones sobre lo que está pasando. Japón es invadida por los yokai, los demonios de su propia mitología, lo cual genera caos y desesperación, ya que éstos devoran las almas de los inocentes. Pero no todo está perdido, ya que dos jóvenes muchachas con habilidades especiales arriesgarán sus vidas para eliminar esta amenaza. Bastante sencillo y al pie. No hay escenas entre niveles, no profundizan en las protagonistas; el juego te manda directo a la acción.

Este título arcade pertenece a la rama de los shoot 'em up, es decir, disparale a todo lo que se te venga encima. En esta ocasión, los enemigos aparecen por el lado superior de la pantalla, mientras nuestra protagonista vuela en dicha dirección para topárselos y deshacerse de ellos. Las mecánicas son tan básicas como efectivas, la chica de turno puede moverse a gran velocidad por el escenario, disparar de forma frenética, utilizar su movimiento especial, y finalmente utilizar una habilidad limitada que aniquila a todo ser en pantalla (a excepción de bosses); esto último claramente nos salvará incontadas veces.Sabiendo estos puntos sobre la jugabilidad, nos toca arreglárnoslas para sobrevivir a lo largo de cinco niveles. ¿Cómo? Si, cinco niveles que se pasan en media hora. No es mucho, pero les aseguro que lograr la hazaña sin usar "continues" es bastante desafiante. Cada instancia tiene un boss, que a su vez contará con dos fases. La dificultad va de menor a mayor y habrá ocasiones de tremendo caos en pantalla, lo cual nos complica mucho encontrar la forma de salvarnos. A pesar del tamaño de la protagonista, hay que tener en cuenta que el punto débil que debemos proteger es uno verde que posee en el medio, algo que a veces puede marearnos y hacernos cometer errores en pleno esquive.

A pesar de tan pocos niveles, hay un poco de rejugabilidad y modos. Hasta ahora hablamos del clásico modo arcade, el cual repasa todos los escenarios con normalidad y cuenta con cuatro dificultades. Luego encontrarán el modo "Hardcore", en el cual no hay "continues" y solo tenemos una vida... una pavada. También podremos jugar "Boss Rush", el cual nos enfrenta solo a los jefes uno tras otro. Por último, podemos personalizar nuestras partidas y también jugar con un amigo en local cooperativo, con risas aseguradas. Obviamente la perla va para quienes buscan figurar en los rankings mundiales, ya que el juego (como todo arcade) irá sumando un puntaje en nuestras partidas y tendremos la posibilidad de ir destronando a jugadores de todo el planeta en la tabla.Visualmente es un título sencillo y a la vez agradable. Si bien la mayoría del tiempo nos va a costar apreciar los detalles, básicamente porque nos estamos enfrentando a miles de demonios y no hay tiempo, encontrarán dibujos inclinados al estilo oriental y diseños bastante buenos. Sobre esto último, algo que llega a ser molesto es que hay algunos enemigos que se repiten todo el tiempo en los cinco niveles... siendo tan pocos escenarios, creo que no costaba tanto diseñar algunos demonios más para variar. 

Los bosses son horrorosos en el buen sentido, ya que cuentan con dibujos fantásticos y cambian en la segunda fase. Técnicamente la pantalla puede estar atiborrada de caos y no caerse, algo que se aprecia bastante. Por el lado de la música, puede desesperar un poco por su estilo frenético, pero en verdad es un poco la intención que tiene el juego.

Shikhondo: Soul Eater es un título agradable para los fans de los arcade/shoot 'em up, con varios modos y la posibilidad de disfrutarlo de forma cooperativa. Lamentablemente se queda corto en varios aspectos, lo cual ocasiona que pase sin pena ni gloria. Es correcto y entretiene, pero en unas horas ya no vas tener demasiados incentivos para seguir jugando.

· Jugabilidad fluida y sin trabas.

· El caos en pantalla no genera ralentizaciones.

· Varios modos, incluido el cooperativo local.

· Diseño de bosses.

· Trama inexistente.

· Cinco niveles le quedan muy corto.

· Nuestro punto débil en contraste con el tamaño del personaje puede confundirnos.

· Diseños de enemigos repetidos de principio a fin.