[Avance] Ghost Recon Wildlands - PC

La primera vez que vi Ghost Recon Wildlands me acordé de The Division, un juego que prometía bastante y terminó decepcionando más que otra cosa. De hecho Wildlands se ve como The Division, pero trata de ser otra cosa. Para empezar, el juego no cuenta, de momento, con un PVP (player vs player). Todo se trata de la cooperación en un grupo de 4 que debe ir liberando zonas de los narcos establecidos en Bolivia, el lugar donde transcurre el juego.

Lo primero que debemos hacer es elegir a nuestro personaje. La capacidad de creación está bastante conseguida, todo hay que decirlo, siendo difícil encontrar en un mismo grupo dos personajes iguales (algo que sí sucede en The Division al ser esta opción muy limitada).Una vez que tenemos a nuestro personaje, el juego nos regala una introducción al modo historia donde nos cuenta que para alcanzar la meta, tenemos que acabar con El Sueño, el líder del cartel de narcos de Bolivia.
Para ello debemos ir liberando las zonas de un gigantesco mapa, cada una de ellas con un jefe particular, los cuales serían los segundos de El Sueño. Lamentablemente en la beta no pudimos encontrarnos a ninguno de estos jefes, solo a un personaje de menor rango el cual es bastante olvidable, dicho sea de paso.

Básicamente en el juego debemos ir de un punto al otro con nuestro grupo (o solo si se nos da por esas) matando narcos para llegar a los jefes. Esta situación se tornó bastante repetitiva y poco inspirada en los 3 días que pudimos probar el juego. Llegar a un punto X con nuestro equipo y desde la distancia, marcar con el dron a todos los enemigos y luego abatirlos uno por uno, apenas presentó algún tipo de desafío memorable, incluso en una dificultad mayor. Al no haber algún cambio en la jugabilidad (algún jefe de zona, alguna persecución) a lo único que nos limitamos fue a acomodarnos en nuestro lugar simplemente apuntando a los enemigos para bajarlos en equipo. El factor estratégico está, pero el de diversión no.

El hecho de que los enemigos queden marcados permanentemente facilita demasiado las cosas ya para un solo jugador, imaginen para cuatro. Los narcos no son muy inteligentes y apenas se ocultan. Nos buscan y son letales (aquí no hay sponge bullet) pero son muy simples de vencer. Hay enemigos, unos soldados, que tienen una mejor resistencia, pero poco más.
En una misión donde tuvimos que parar un convoy, la cosa se puso algo más agitada al estar a la interperie sin ningún parapeto visible, pero tampoco fue un factor determinante para variar la dificultad. En los momentos que tuvimos que usar el helicóptero o algún que otro avión, no tuvimos resistencia en el aire y pudimos obrar sin problemas. No hubiese estado de más algún combate aéreo, pero sólo una vez nos topamos con un helicóptero enemigo y estábamos en tierra.

Gráficamente el juego cumple, pero no sorprende. Particularmente la vista citadina de The Division es más de mi agrado que el altiplano boliviano. Aunque debo reconocer que las montañas en la lejanía tienen su aquel. Los personajes parecen más detallados en esta ocasión, pero la diferencia es mínima.

Los servidores se comportaron de forma acertada, y son un poco más lentos de cargar el juego de lo que pudimos ver en For Honor, pero claro, se trata de un juego mucho más amplio con un mapa enorme y una carga de personajes y vehículos bastante alta. En ningún momento sufrimos de algún cuelgue que peligrara nuestro progreso.

La jugabilidad no escapa demasiado a lo que ya vimos en otros juegos de este estilo y funcionó sin mayores inconvenientes. Los personajes llevan 2 fusiles y una psitla, además de granadas y otros explosivos (como el C4). Podemos usar visión nocturna (el clima y la hora son en tiempo real) e incluso visión calorífica, habilitándola entre las habilidades que podemos descubrir al ganar puntos de habilidad que se encuentran repartidos en el mapa en varias locaciones. Entre otras cosas podemos aumentar el nivel de resistencia al correr, el nivel de tolerancia al daño y hasta habilitar el uso de un paracaídas. El manejo de los vehículos es acertado aunque, entre otras falencias, resultó un poco ridículo su capacidad para sortear cualquier tipo de obstáculo. Es posible escalarse toda una montaña con un auto netamente urbano. No importa cuantas piedras y curvas tengamos que atravesar, podemos cortar camino en cualquier momento y difícilmente nuestro vehículo se rompa o se de vuelta. Como los gatos, en Ghost Recon Wildlands los vehículos terrestres casi siempre caen de pie.
Además nos topamos con gran cantidad de bugs y errores, como enemigos que no se alertan de nuestra presencia si estamos en un nivel de altura distinto, gallinas que explotan al recibir un disparo, vacas que son atravesadas por un tractor, bombas que no dañan a nuestros compañeros manejados por el CPU (pero si a los NPCs) y muchas más cosas y detalles de los que nos gustaría.
De hecho, la frutilla del postre, fue la misión ya nombrada del convoy. En un momento, al no poder alcanzarlo, el camión que debíamos parar se salió de la zona permitida por el juego para que nosotros juguemos (el mapa estaba completo, pero un contador de 15 segundos nos advertía volver sobre nuestros pasos cuando cruzábamos una línea imaginaria, para no morir al instante que llegue a cero).

Claro que con la excusa de ser una beta, todo se tapa, pero esperamos que estas manchas no se presenten en el juego final. Calculamos que con los miles de feedbacks que habrán recibido, los chicos de Ubisoft estarán más que preparados para el próximo 3 de marzo cuando salga el juego final. Y si no, un nuevo shooter ocupará la lista del olvido en este 2017.