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Far Cry Primal
Gabriel Pizarro
Redactor
Gabriel Pizarro / Gabriel

Tenía una frase muy cool, pero se perdió y nunca volverá a ver la luz. Leer más »

Email: prensa@playnomore.com
14 de Marzo del 2016

Análisis de Far Cry Primal - PS4

Dejame contarte la historia de Takkar. Cazador, domador de bestias, Wenja. Por muchas lunas viajó, hasta encontrar la tierra de Oros. Pero recién aquí comienza su leyenda.

Desde sus inicios, Far Cry ha tenido como premisa el transportarnos a tierras lejanas, exóticas y peligrosas. Nos ha llevado por África, los Himalayas, las islas del Pacífico. Pero esta vez, decidieron ir aún más lejos, a un terreno que muy pocos videojuegos han pisado. Esta vez el viaje es a través del tiempo, hacia el final de la última glaciación; a un mundo sin armas ni vehículos, sin metales ni tecnología. Bienvenidos a la Europa del neolítico: es un destino que seguro disfrutarán.El "setting" es sin duda original -y ya hablaremos de eso- pero no por eso va a dejar de ser un Far Cry. Al igual que en otras entregas, Far Cry: Primal nos propone un enorme sandbox en el que podemos explorar a placer, repleto de peligros entre los enemigos que pueblan el mapa, y las numerosas bestias salvajes que nos ven, ya sea como una amenaza a desterrar, o un almuerzo que conseguir. El objetivo base del juego no varía demasiado: el enorme mapa está controlado por enemigos, y debemos ir "liberándolo" a medida que tomamos diferentes fuertes, que a su vez sirven como puntos de viaje rápido. Para lograrlo, contamos con nuestras armas y nuestro ingenio, ya que Far Cry no se ha caracterizado, precisamente, por su linealidad, y lo mismo ocurre con Primal. A su vez, iremos ganando experiencia para desbloquear nuevas habilidades para nuestro personaje. Y mientras atravesamos el mundo, nos podremos dedicar a la caza de las diferentes especies que pueblan el juego, y cuyos cueros servirán para mejorar nuestro equipo.

Pero, y es preciso repetirlo, lo que hace a Far Cry: Primal separarse del resto, es su ambientación prehistórica. Establecer un juego en la edad de piedra hace que cambien muchísimos detalles del mismo, y si bien la base es la de cualquier Far Cry, las diferencias de Primal lo convierten en un título fresco tanto para viejos fans, como para quienes se acerquen por primera vez. Empecemos por aquello que caracteriza a casi cualquier FPS: las armas. En Primal, por supuesto, no vamos a tener a nuestra disposición rifles, pistolas y explosivos; sino que tendremos que arreglarnos con lanzas, mazas, y arcos. Esta más que interesante perspectiva nos obliga a llevar la batalla muy cerca del enemigo (y viceversa), por lo que mucho del combate tendrá más la apariencia de un Elder Scroll, o cualquier otro RPG en primera persona, que un shooter común y corriente. Tal vez esto pueda sonar aburrido a quienes no gustan de estos sistemas, pero debo decir que la versatilidad de las armas no tiene par: todas, sin excepción, son arrojadizas; algunas, como las lanzas, incluso ocasionan más daño al ser lanzadas que usándolas cuerpo a cuerpo. Con esto, es necesario rotar entre nuestro armamento mucho más seguido que un FPS clásico.Lo primitivo de las armas también afecta nuestra relación con el ambiente. Ya sea para reemplazar un arma rota o perdida, o para conseguir municiones, es necesario que nos hagamos de los recursos que encontramos en la tierra de Oros, por lo que estaremos buena parte del juego cazando y recolectando para construir. Puede parecer tedioso, pero no lo es tanto, ya que el mundo está tan lleno de vida, que sería una pena no tener un excusa para cazar hasta el final del juego.

Otra característica de los Far Cry a la que Primal le da una interesante vuelta de tuerca, viene por el lado de los distintos caminos que podemos tomar para cumplir una misión. En todas las iteraciones de la saga, podíamos ya ir por el lado del sigilo; atacar desde lejos; entrar a los tiros y explosiones; o incluso usar la fauna para nuestra ventaja. Primal, al no poseer armas modernas, ataca este apartado desde una perspectiva más que interesante: con una nueva mecánica que nos permite usar compañeros animales. Takkar, el protagonista, es un "domador de bestias", y como tal, puede utilizar a cualquiera de los muchos depredadores de los bosques prehistóricos para su ventaja.No solo tenemos una gran variedad de animales, sino que todos tienen características diferentes, de modo que si queremos ir sigilosos, llevamos un jaguar para que ataque a los enemigos sin que los otros se enteren; o mandamos un oso a hacer estragos en el campamento mientras atacamos de lejos; o ¿por qué no mejor montar un mamut y destruir todo a nuestro paso?. El sistema no solo es divertido, sino que es muy instintivo para usar. Además, los animales vienen a suplir otro apartado clásico de los Far Cry, que son los vehículos. ¿Para qué queremos un jeep si podemos montar (y atacar a la vez) un tigre dientes de sable?

La tierra de Oros merece su mención aparte. Está magníficamente construida, con unos gráficos e iluminación que quitan el aliento. Realmente es un deleite recorrerla, descubrir sus muchos ecosistemas, ver la inmensa cantidad y variedad de fauna o explorar sus laberínticas cuevas. Primal ha puesto mucho más énfasis que entregas anteriores en la exploración, y con un mundo tan maravilloso, tienen razón en hacerlo.Pero a pesar de un hermoso ambiente, buenos gráficos y una mecánica sin fallas, el juego no está libre de problemas. Dos en particular son llamativos: en primer lugar, la historia, la cual es mínima y casi inexistente, lo que no da mucho aliciente para hacer las misiones principales. Además, al contrario de los últimos dos juegos, que nos presentaban villanos carismáticos, la construcción de personajes en Primal brilla por su ausencia. El cast de aliados es, quizá, lo más interesante de este apartado, pero ocupan tan poco espacio en la historia que no nos da tiempo a conocerlos mas y encariñarnos con ellos.
En segundo lugar, la dificultad: un juego que tenía todos los elementos para lograr una aventura de supervivencia, termina siendo demasiado sencillo bastante antes de llegar a la mitad. Si bien al principio debemos cuidarnos en todo momento de los carnívoros -y ni hablar de salir de noche-, estos peligros se diluyen demasiado rápido.

Conclusiones


Far Cry: Primal nos presenta un mundo maravilloso y original. No es todos los días que podemos disfrutar de un juego en la Edad de Piedra, y que esté tan bien logrado. Es una lástima, sin embargo, que las carencias en la historia y construcción de personajes no permitan a esta entrega llegar mucho más alto.
Aun así, si te gusta la exploración y querés algo fresco, y horas y horas de misiones, entonces Far Cry: Primal es para vos.


Lo mejor
. La ambientación.
. Los gráficos.
. El sistema de mascotas.
. Las mecánicas sin fallas.

Lo peor
. La ausencia de una historia y personajes desarrollados.
. Demasiado fácil hacia la mitad del juego.
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Ficha del juego
Far Cry Primal
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Far Cry Primal
  • Empresa
    Ubisoft.
  • Origen
    Francia.
  • Fecha de lanzamiento
    23 de Febrero de 2016.
  • Plataformas
    XONE, PS4, PC.
  • Descripción

    Una nueva entrega de la franquicia llega, esta vez transportándonos 10.000 años antes de Cristo, con la presencia de enormes bestias como el mamut lanudo y el tigre dientes de sable. Controlaremos a Takkar, un experimentado cazador y el último miembro sobreviviente de su grupo de caza. Llegó el 23 de febrero de 2016 a PlayStation 4 y Xbox One; la versión para PC salió el 1 de marzo de 2016.