10 de Noviembre del 2015

Análisis de Assassin's Creed Syndicate

Luego del traspié con Unity, la gente de Ubisoft cambia de estudio desarrollador y nos lleva al siglo 19 con una vuelta más de su juego de asesinos

En 2014, Ubisoft vio como su saga preferida se iba por el retrete cuando Assassin's Creed Unity salió al mercado plagado de errores y bugs que paliaban la experiencia de juego, resultando en un ataque de ira de los fanáticos alrededor del mundo. Tiempo después y varios parches mediante, el juego se reestructuró, pero el daño ya estaba hecho. Para colmo, la empresa sufrió una filtración de información de un nuevo Assassin's Creed a poco de haber establecido que darían descanso a la serie, lo cual terminó por redondear un año olvidable para la franquicia. Sin embargo, un foco de luz se veía en el horizonte de los asesinos, gracias a la ambientación de la nueva entrega; la Londres victoriana del siglo XIX. Desde entonces, y bajo el mando creativo de Ubisoft Quebec, Syndicate tiene la difícil tarea de devolverle al fanático la fe en una franquicia tan amada como odiada en la industria del videojuego. Una franquicia que simboliza la realeza de la programación para algunos y la decadencia de la explotación para otros.

Como ya mencionaba al principio, uno de los grandes aciertos del juego es su magnífica ambientación; Londres, 1868. La aventura está ambientada cerca del fin de la Revolución Industrial, una era marcada por el desarrollo de la industria del acero y textil, y la creación del ferrocarril, entre otros. Una época marcada por el crecimiento económico de la población, y la división de clases. Los protagonistas son los hermanos Jacob y Evie Frye, quienes dejan su pueblo natal rumbo a Londres, solo para encontrarse con un territorio dominado por los Templarios. Su meta es infiltrarse en los grupos criminales para crear un bando que pueda destronar a Crawford Starrick, principal némesis de nuestros personajes. La historia es llevada a cabo por unas magistrales actuaciones de voz y es lo suficientemente entretenida como para llevarnos hasta el final, aunque ciertamente no deja de ser algo convencional. Dada la ambientación, nuestros héroes se vinculan con los más necesitados (los pobres y la clase trabajadora) para derrotar a los opresores (los ricos y acaudalados). En el transcurso del juego, la historia se enriquece de momentos memorables al presentarnos a varios personajes reales que vivieron en esta época como Charles Dickens, Karl Marx o Charles Darwing , entre otros, aunque lamentablemente tropieza con un flojo final, que la aleja de ser perfecta.

En el plano jugable, Syndicate saca varios aces de la manga al tiempo que recurre en algunos fallos todavía presentes en la serie. Las misiones no resultan tan repetitivas como en anteriores juegos y se enriquecen con momentos trepidantes. Por ejemplo, una misión de seguimiento en sigilo, puede volcarse en una persecución en carruajes o encima de un tren en movimiento. El sistema de combate resulta tan exiguo como de costumbre, pero gana algunos enteros con algunas combinaciones letales que lo hacen el más espectacular de la serie.

Además, contamos con dos personajes, un hombre y una mujer, cada uno con sus ventajas- Jacob es más fuerte mientras que Evie es mas rápida- que pueden ir mejorando sus aptitudes a medida que avanzamos en la aventura y los cuales podemos elegir a gusto en cualquier momento del juego. Los personajes cuentan con un buen arsenal de armas y accesorios entre los que destaca un gancho que nos permite, a lo Batman, escalar rápidamente un edificio o crear una línea entre dos edificaciones para cruzar de una a otra. Esto no es casualidad dada la arquitectura de Londres, la cual presenta calles bastante anchas que imposibilitan saltar de un edificio a otro, pero además agrega un componente estratégico a la hora de "cazar" a nuestros enemigos, pudiendo crear ataques colgados de la cuerda.

Las misiones secundarias brindan una buena camada de situaciones que van desde seguir a un enemigo hasta conquistar territorios con nuestra banda de criminales en una ciudad que se estima un 30% más grande que la París de Unity, que por contraposición muestra una menor densidad de población en sus calles, aunque una mejor performance de tasa de frames por segundo.

Londres está representada de forma inmejorable en unos escenarios con una increíble calidad de detalle y unos personajes perfectamente "vivos", que interactúan de forma más que coherente. En las escenas de combate podemos apreciar aún más esta tendencia, aunque no deja de haber algunos bugs menores como personajes flotando en algunas situaciones, sombras que bailan bajo la luz o caballos que dan vuelta duros en un choque de carruajes. El apartado sonoro está representado por una excelente banda sonora de corte clásico y unos efectos que consiguen sumergirnos en la realidad que el juego intenta transmitir.

Lamentablemente Syndicate no presenta un modo multijugador, a diferencia de su predecesor, quien hizo de tal agregado su mayor carta de presentación. Desconocemos porqué Ubisoft no aprovechó el tirón de los hermanos para ofrecer, mínimamente, partidas para dos jugadores, pero sea cual fuere la razón es un punto en contra a tener en cuenta.

Conclusiones

Assassin's Creed Syndicate devuelve a la serie su sello de calidad con una aventura a la altura de lo esperado que, si bien no revoluciona el género, propone una experiencia de juego principalmente divertida, con una ambientación magistral y unos personajes perfectamente desarrollados. Una pena que el final no esté a la altura del resto de la historia.

Lo mejor

- La ambientación.

- Los personajes.

- La historia.

- El gancho para surcar la ciudad.

- Apartado técnico.

Lo peor

- No tiene opciones multijugador.

- El final.

- El sistema de combate.

- Algunos bugs menores.

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