Una de las grandes apuestas de Sony para este 2015 es The Order 1886, el primer gran exclusivo del año de la mano de Ready at Dawn Studios. Nos brinda una historia situada en Londres en el siglo XIX y una ambientación cinematográfica increible. En lo que respecta a su jugabilidad deja un poco que desear.
Había grandes expectativas cuando fue anunciado The Order 1886. Si bien cumple gráficamente con lo que se esperaba y la historia logra enganchar, las grandes complicaciones vienen de la mano de lo que tiene para ofrecernos con respecto a la jugabilidad y diversión. Cuenta con escenarios de gran calidad gráfica pero poca y nada exploración, interminables escenas cinematográficas, molestos quick time events a cada rato y elementos coleccionables que no aportan nada a la historia. Es un juego que al ser terminado probablemente no te de ganas de volver a jugarlo y termine guardado en nuestra colección. Vamos a ver detalladamente cada punto a continuación.
La historia se sitúa en Londres en el siglo XIX. Estaremos en las manos de Sir Galahad, un atractivo personaje por su temple y carácter el cual no para de recibir torturas constantemente en el prólogo del juego. Sin saber qué es lo que está ocurriendo, nuestro primer objetivo es encontrar la manera de lograr escapar de esta situación.
Estamos en una Londres oscura y depresiva, algo que quieren plantearnos en la historia y lo logran muy bien. Formamos parte de una orden, la cual lucha contra las fuerzas oscuras de la época como son los lícanos, los cuales tendremos que enfrentar durante el transcurso del juego. La historia va de menor a mayor, con unas actuaciones increíbles y una gran cantidad de escenas cinematográficas que dan la sensación de estar viendo una película. Teorías conspirativas, traiciones, muertes y asesinatos; la historia de a poco logra enganchar (algo que no todos los juegos consiguen) y termina resultando muy atractiva para seguir disfrutándolo más allá de sus limitaciones. Cada capítulo ofrece un agregado que hace que el argumento resulte interesante y den ganas de saber su final y el porqué del prólogo que jugamos al principio.
El apartado audiovisual es para sacarse el sombrero. Si no es uno de los mejores vistos hasta la fecha en consolas, pega en el palo. La calidad gráfica es indiscutible, la recreación de los escenarios de Londres con un toque bastante lúgubre y sombrío es admirable, da gusto contemplar esos paisajes. El modelado y realismo de los personajes es sensacional, con un grado de detalles muy alto, por momentos es normal que pensemos que estamos viendo una película.
Pueden llegar a molestar las bandas negras arriba y abajo de la pantalla, pero la realidad es que el juegon por más tiroteo y explosión que haya, siempre mantiene los treinta cuadros por segundos y logra una fluidez poco vista en juego de consolas.
Los doblajes son excelentes, tanto en inglés como en español. La banda sonora es increíble y da ese toque de película que quisieron lograr en el juego. La música es de gran calidad y se torna en uno de los puntos más altos del juego. Junto con el apartado visual le dan el clima adecuado para cada momento que tendremos que afrontar.
Uno de los propulsores de este estilo de juegos fue Gears of War, y se puede decir que la jugabilidad de The Order es bastante similar, lo cual es un gran acierto. El uso de coberturas, salir y disparar, la pesadez en el personaje y el temblor de la cámara a la hora de correr, son semejanzas con el título nombrado anteriormente. Pero una de las contras es lo demasiado pasillero que resulta el juego. Si bien los escenarios lucen increíbles, la realidad es que la exploración es nula y se torna bastante cansino moverse en línea recta sin tener que pensar mucho para donde ir. Además, los objetos coleccionables están bastante a la vista.
Pocos son los momentos de frenetismo que nos ofrece The Order 1886. Hay abundantes escenas cinematográficas, las cuales tendremos ganas de jugar en ese momento, pero no serán posible; también la excesiva cantidad de quick time events cortan el clima del juego. Resulta muy molesto esto último, más que nada a la hora de pelear contra los jefes, ya que deseamos jugar ese momento y termina desilucionándonos. Nos limitan a seguir y apretar la secuencia marcada en la pantalla contra una poderosa bestia, sin dejarnos gastar un cargador y llenarle la cabeza de plomo en la cabeza a gusto y placer. Son decisiones que no se entienden por parte de los desarrolladores.
El ritmo del juego es bastante tranquilo, pocos son los momentos de acción pura y tampoco ofrecerán mucha dificultad. El arsenal está bien situado para la época. Tendremos buena diversidad de armas para utilizar, aunque las más importantes (como el Fusil Termita o las armas tecnológicas), brindadas por nuestro amigo Nikola Tesla, podrán ser utilizadas solamente en ciertos momentos. Tendremos munición en abundancia, como los juegos de hoy en día. La inteligencia artificial de los enemigos es bastante decente.
En ciertos momentos tendremos que implementar el sigilo sí o sí. Puede sonar bien, pero por momentos resulta bastante frustrante. Habrá que matar a cierta cantidad de enemigos sin ser detectados, sino recibiremos una muerte instantánea y volveremos de vuelta al principio. Además, una vez cerca del enemigo, tendremos un quick time event y, si no lo acertamos en el momento, seremos detectados y asesinados. También por momentos tendremos armas con silenciador y podremos ejecutarlos a distancia, si no somos muy partidarios de ese estilo de juego.
The Order cuenta con dos sistemas de hackeo, uno para abrir cerraduras y otro para cortar la electricidad; pequeño aporte a la jugabilidad con dos simples minijuegos. Por último, la pantalla táctil se destaca por su ausencia. Será utilizada una sola vez durante el juego, para transmitir un mensaje en codigo morse a un zeppelin; una lastima ya que desaprovechan un elemento interesante de la PlayStation 4.
The Order 1886 se divide en capítulos, pero lo curioso es que pocos de ellos serán completamente jugables. Suena raro, pero podemos estar un largo rato con el joystick reposando y simplemente ver como transcurren las cinemáticas a través de los mismos. Se llegan a disfrutar bastante al principio por la calidad gráfica y sonora que nos ofrece, pero corta bastante el ritmo de juego y nos puede llegar a cansar un poco, al fin y al cabo, un videojuego está hecho para jugarlo.
Conclusiones
The Order 1886 es un juego con un apartado audiovisual impresionante, de lo mejor visto hasta ahora en consolas. Pero en lo que respecta a la diversión, hace bastante agua y termina resultando una experiencia más, sin nada nuevo que aportar (salvo por lo visual). Es un buen juego, de mucha calidad, pero con un precio tan elevado como son 60 dólares, habría que planteárselo. Posee entre ocho y diez horas para completarlo al 100% y no hay multijugador. De todas formas, no deja de ser un título interesante para darle una oportunidad en algún momento.
Lo mejor
El apartado audiovisual es impecable.
Ambientación Londinense muy bien recreada, con detalles por todos lados.
Gran interpretación de los personajes con doblajes excelentes.
La historia logra enganchar.
Buen repertorio de armas para utilizar.
Lo peor
Corta duración y nula rejugabilidad.
No divierte tanto como se esperaba, hay pocas escenas de acción y frenetismo.
Las batallas contra los jefes son decepcionantes, esquivar y seguir combinación de botones.
El desenlace de la historia.
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