06 de Marzo del 2015

Análisis de Grow Home - PC

Los creadores de Driver se alejan de la conducción y nos traen un juego de aventuras con mucho que escalar... no te vayas a caer.

A fines de enero Ubisoft presentó Grow Home, un título desarrollado por los creadores de Driver, Reflections. Solo unas semanas más tarde el juego fue lanzado y su propuesta se aleja bastante de la conducción; aunque podemos encontrar velocidad si lo deseamos o tenemos mala suerte.

La historia es sencilla y se nos presenta a través de una breve introducción, donde vemos a un simpático y diminuto robot rojo que es lanzado a una isla deshabitada, en un planeta desconocido. Su objetivo será hacer crecer una enorme planta, cuyas semillas contienen una energía increíble. Pero no hablamos de una simple flor, sino que ésta puede elevar su tamaño unos 2000 metros de alto, lo cual también nos permitirá alcanzar la nave que nos espera a esa distancia. BUD, nuestro personaje, no estará del todo solo, ya que MOM (una especie de IA de la nave) se comunicará con él a través de mensajes, los cuales más de una vez pueden sacarnos una sonrisa.

Así es que una vez con el control, estaremos abandonados y tendremos que comenzar a recorrer un poco la isla y ver que hacer. A unos pocos pasos de nuestra partida encontraremos el primero de muchísimos fragmentos de cristal. Éstos estarán diseminados a lo largo de todo nuestro camino y no solo llevarán el rol de "coleccionable", ya que acumulando cierta cantidad de fragmentos vamos a conseguir algunas recompensas a cambio.

Acostumbrarse a jugar con BUD puede llevar un rato; el protagonista tiene la movilidad de un ebrio a las cinco de la mañana. La verdad es que cuesta decir si es algo a criticar o no, en principio la animación es genial y, sobretodo, muy graciosa: con moverlo un poco se tambalea para todos lados, le gira la cabeza como El Exorcista y parece que se va a desarmar en cualquier momento. Sin embargo, esto nos va a jugar en contra con el correr de los minutos; ya sabrán porqué.

No solo saltar y moverse de forma chistosa son las cualidades de nuestro robótico amigo, sino que también es muy fanático de la escalación... y sí que vamos a tener que trepar. Si hay algo a destacar, es que podemos escalar lo que queramos, BUD se aferra a cualquier elemento, y esto va a dar lugar a muchos fragmentos difíciles de encontrar. La mecánica puede ser un poco complicada en principio, pero nada que no se pueda dominar en pocos minutos. Tendremos que controlar ambas manos del robot para ir alternándolas y lograr subir; hay que tener extremo cuidado y no apurarse en ocasiones porque lo vamos a lamentar. La primera parte del juego es muy entretenida, ya que podemos explorar bien el entorno, descubrir una cueva secreta y, por supuesto, no sufrir ninguna caída. Luego empieza la travesía de los 2000 metros.

Una vez que encontremos la famosa planta, tendremos que descubrir la forma de hacerla crecer. Notaremos que a sus alrededores hay algunas islas flotantes con un brillo particular. Del contenido de éstas es que se alimentará la planta para poder desarrollarse. Por ello, nuestro objetivo será escalarla, buscar brotes y, por arte de magia, hacer que éstos se expandan; al hacerlo deberemos controlarlos mientras se alargan y tratar de conectarlos con las islas; si lo logramos la planta va a crecer. El mapa está dividido por sectores, por lo que al principio deberemos hacer unas pocas conexiones, siendo más numeroso y complicado el desarrollo por el final.

Unos metros arriba descubriremos que la exploración cambia drásticamente; ahora los fragmentos bien pueden estar escondidos por el tallo que trepamos, o incluso en las islas. Pronto van a aparecer muchas de éstas que no nos sirven para desarrollar la planta, pero que sí ocultan algo para nosotros. Visitar todo además se vuelve más complicado ya que, mientras más hay, más nos cuesta reconocer cuales ya revisamos y cuales no.

Ahora bien, ¿recuerdan lo que mencionaba sobre la graciosa forma de moverse de BUD? ¿Se imaginan qué pasa si comenzamos a tambalearnos sobre las finas ramificaciones de la planta? Lo más probable es que te caigas, y ahí querido amigo, empieza la frustración. Hay que admitir que muchas veces vamos a caernos por un descuido propio, pero la jugabilidad está hecha para que demos un salto al vacío repetidas veces; incluso no es raro que BUD se suelte solo en plena escalada y nos haga soltar la peor de las maldiciones. Por lo que, si estás interesado en el juego, tené muy en cuenta esto.

¿Caerse significa volver a subir todo? Afortunadamente a medida que avancemos encontraremos algunos puntos de control, que nos servirán también para teletransportarnos de uno a otro. Sin embargo, muchas veces la sección es muy grande, por lo que si te resbalás, preparate a perder severos minutos volviendo a donde estabas. La única fortuna de esta calamidad es que gracias a ella vamos a notar uno de los puntos que sorprenden en Grow Home: la inmensidad. Tranquilamente podemos haber completado el juego y tirarnos al vacío; realmente es grandioso que no haya ningún tipo de ralentización y que, además, nos permitan ver todo lo que subimos de un solo salto. En ese sentido queda demostrado que lograron un único escenario de grandes dimensiones. Si estamos cayendo además pueden ocurrir dos cosas: podemos tener la fortuna de caer sobre una isla inexplorada y encontrar algún secreto (me pasó y de hecho una oportunidad fue registrada en el gameplay que realicé) o podemos sacar provecho de una habilidad en la que usamos un ítem para tratar de flotar/volar (una hoja, por ejemplo).

Visualmente no ofrece nada deslumbrante, pero sí mantiene un estilo particular. Todo es muy brillante y permanentemente estamos rodeados de un fondo azul. Además, suele haber algunos destellos, como si provenieran de la visión del protagonista. El sonido hace poca presencia, tanto en efectos como en música; no destacan para nada.

Regresar a la nave no lleva demasiadas horas, aunque la duración del juego va a variar dependiendo de cuanto decidas explorar. En principio es bastante conveniente buscar fragmentos para obtener mejoras, como la mochila propulsora. Otro dato interesante es que al terminar el objetivo principal, nos darán una misión extra para seguir explorando un poco más.

Conclusiones

Grow Home es una opción para quien busque algo tranquilo y alejado de tanta acción y disparos que vemos últimamente. No hay enemigos que derrotar, ni puzles que resolver. Sí tiene sus toques de plataformas, aunque casi siempre hay mucho más para trepar que para saltar. ¿Querés una isla con secretos a encontrar y no te importa una jugabilidad un tanto pesada? Podés darle una oportunidad, pero lamentablemente el juego no se salva de elementos frustrantes como puede ser caer y tener que repetir un tedioso camino. Si sos impaciente, este no es tu juego.

Lo mejor

- Un lugar inmenso y con mucho que explorar.

- Secretos muy dispersos por el mapa y en gran cantidad.

- Trepar a donde quieras.

- La animación del protagonista.

Lo peor

- Se vuelve pesado con el correr de las horas.

- Puede ser muy frustrante.

- La jugabilidad puede hacerte maldecir.

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