01 de Abril del 2024

Análisis de Rise of the Ronin - PS5

Protagonizá la historia o reescribila.

Un período turbulento

Rise of the Ronin, el nuevo juego de Team Ninja, puede ser considerado un sucesor espiritual de los Nioh 1 y 2, ya que comparten un sistema de juego bastante similar, al igual que una trama que transita por famosos períodos de la historia japonesa, completos con personajes históricos reales como compañeros y/o enemigos del protagonista. Pero, a diferencia de aquellos, todo el aspecto esotérico queda de lado para darnos un juego más anclado en la realidad, con un drama histórico mucho más logrado. Y así como los Nioh se adentraban en el período Sengoku para mostrarnos el inicio del Shogunato Tokugawa, Rise of the Ronin se mete de lleno en el Bakumatsu para relatar su final. O quizás no.

La historia del juego comienza con la llegada de los barcos negros, un hito en la historia japonesa que marcó el final del aislamiento del país del sol naciente y se convirtió en el punto de partida de lo que sería el Bakumatsu y la restauración Meiji. Nosotros encarnamos a un o una Veiled Blade, miembros de una secta de guerreros ninja que cría a "gemelos de espada", capaces de pelear en tándem y volverse una fuerza imbatible por casi cualquiera. Esto da pie a presentarnos una de las mecánicas más interesantes del juego, que es la posibilidad de utilizar a más de un aliado en las misiones y cambiar entre personajes, haciendo uso de las habilidades particulares de cada uno.

Sin embargo, y a pesar de empezar con ambos gemelos (los cuales debemos crear de cero), terminaremos jugando con sólo uno de ellos. A partir de ese momento, el o la protagonista se verá envuelto/a en el turbulento período de guerras que pondrá fin a los samurái, haciendo un repaso envidiable por la historia japonesa que será del agrado de cualquier japanófilo o fan de Rurouni Kenshin. Pero, a diferencia de otros huegos históricos, como la saga de Assassin's Creed de la que Rise of the Ronin mama mucho, seremos capaces de tomar decisiones que reescriban la historia tal como la conocemos.

Collage de jugabilidad

La jugabilidad de Rise of the Ronin parece un pastiche de muchos otros juegos, cosa que a veces funciona muy bien y otras no tanto. En principio, y como sucesor espiritual de Nioh, el sistema de combate se asemeja bastante y cuenta con los mismos elementos Soulslike y Roguelike de sus predecesores, pero bastante atenuados, reduciendo muchísimo la dificultad de este juego. A diferencia de Nioh, sin embargo, Rise of the Ronin cuenta con un mundo abierto mucho más similar a Assassin's Creed, tanto en el celo con que se ha reconstruido el Japón de finales de mediados del siglo XIX como en la forma de explorar el extenso mapa. En cuanto a combate, además de muchos elementos del sistema de Nioh, parece muy inspirado en otro excelente juego histórico de Samurai, Ghost of Tsushima.

En Rise of the Ronin podemos equiparnos con un gran número de armas, las cuales a su vez pueden ser usadas con una gran variedad de estilos, y cada uno con un set de movimientos particulares, así como ventajas y desventajas que dependen del tipo de arma y estilo de esgrima que use el rival. Esto se asemeja mucho a las stances de Ghost of Tsushima, mezcladas con la enorme variedad de estilos que proponía Nioh. Otra característica fundamental en el sistema de combate, y que también parece tomar cierta inspiración en el juego de Sony, es el counterspark. Esta habilidad clave es una parada que se ejecuta al momento del ataque del contrincante y que lo deja abierto a un contraataque devastador.

Es más que necesario aprender a utilizar esta habilidad ya que es la base de todo el sistema. El gran problema que tiene el counterspark y que no sucede con otros juegos con mecánica similares como Sekiro o el ya mencionado Ghost of Tsushima, es que debe realizarse presionando dos botones en lugar de simplemente bloquear en el momento justo; y como uno de esos botones también realiza un golpe, un mal cálculo nos deja demasiado vulnerables al ataque enemigo, lo cual puede resultar demasiado frustrante.

Otro elemento que podría haber resultado mucho mejor es el sistema de aliados. En la misión tutorial, aprendemos a cambiar de personaje en medio de un combate para usar habilidades diferentes y aprovechar las aperturas del enemigo. Sin embargo, a medida que subimos de nivel, esto se va haciendo menos necesario al punto de que los aliados no son más que un seguro de vida que permita "revivir" al personaje principal si no nos curamos a tiempo. La mecánica pierde sentido rápidamente incluso en dificultades elevadas, y lo que podría haber sido el toque de originalidad que el juego necesitaba, queda marginado a un segundo plano.

El sigilo es otra parte parte importante de la jugabilidad, aunque mucho más opcional que en Nioh, ya que en Rise of the Ronin enfrentarse a más de un enemigo a la vez no es tan complicado. De todos modos, el sistema es simple pero efectivo, sin demasiadas vueltas pero muy satisfactorio de utilizar para quienes disfrutamos de este estilo de juego. Puede ser que al principio sea un poco más complicado de utilizar, pero las habilidades necesarias para facilitar la infiltración se aprenden rápidamente.

Loot para tirar al techo

Como buen juego con elementos roguelike, Rise of the Ronin posee una tonelada de loot. Recibimos tantos ítems todo el tiempo que podemos terminar un poco mareados por la cantidad. Aquí es donde entra uno de los elementos más complejos del juego: si bien vamos a estar recibiendo armas y armadura constantemente, los stats por si solos no hacen mucho, ya que el juego recompensa la cantidad de tiempo que usamos cada tipo de arma.

De este modo, mientras más usemos una en particular, más y mejores habilidades obtendremos con ella. Además, si bien vamos a estar tentados de cambiar todo el tiempo, hay que tener en cuenta que es posible modificar todos los ítems que equipamos, adaptándolos a nuestro estilo de juego particular. Este sistema es bastante difícil de aprender a usar y requiere que pasemos un rato largo entre menús. Si bien la opción de mejorar nuestro equipo favorito siempre es bienvenida, el tiempo que tenemos que pasar para ello a veces es demasiado.

Reconstrucción fiel a costa de gráficos

El viaje que encararemos en Rise of the Ronin nos llevará por tres prominentes ciudades japonesas y su área circundante, Yokohama; Edo (actual Tokyo); y Kyoto. Todas están reconstruidas con mucho amor y detalle, con todas sus construcciones más famosas y repletas de actividades que facilitan la exploración. Es posible pasar un rato muy largo simplemente cabalgando por calles y campos de los grandes mapas para hacernos una idea de cómo era el Japón al momento de terminarse la era Samurai.

Sin embargo, para lograr algo de este tamaño y ambición, Team Ninja debió recortar en el motor gráfico. Tal es así, que no parece alejarse demasiado de Nioh 2 y puede parecer anticuado para esta nueva generación. De todos modos, creo que es un sacrificio que vale mucho la pena si el resultado es ese espectacular Japón del siglo XIX.

Conclusiones

Rise of the Ronin se aleja bastante de la dificultad extrema de sus predecesores, a la vez que toma varios elementos de otros famosos juegos de samurai, y no siempre con los mejores resultados. De todos modos, el gameplay es lo suficientemente sólido como para garantizar horas de diversión: el sigilo es adecuado y la gran variedad de armas y estilos de combate son los puntos fuertes en este apartado. Es una lástima que el sistema de aliados, la mecánica realmente original del juego, quede tan de lado ante la relativamente baja dificultad.

Por otro lado, si bien no es una maravilla técnica, la reconstrucción del Japón del Bakumatsu me trae muy agradables recuerdos de joyas como Assassin's Creed 2, lo cual es un enorme alago.

En resumen, a pesar de algunos traspiés, Rise of the Ronin es un título infaltable para quienes hayan disfrutado de la oleada de juegos históricos japoneses de los últimos años, y aunque no vaya a estar en la cima, puede sentarse cómodamente en la misma mesa.

Lo mejor

· La reconstrucción del Japón del s. XIX.

· La enorme cantidad de actividades en el mundo abierto.

· La variedad de armas y estilos.

· La posibilidad de alterar ciertos sucesos históricos.

Lo peor

· La mecánica de aliados se queda corta.

· La cantidad excesiva de loot que nos obliga a limpiar inventario todo el tiempo.

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