13 de Octubre del 2023

Análisis de Starfield - PC

Cinco largos años después de su anuncio con bombos y platillos en la ya lejana presentación de Bethesda en la edición 2018 de la ya (casi difunta) E3, finalmente tenemos entre nuestras ávidas garras gamers el Starfield, la nueva IP de Bethesda en 25 años.

El camino hacia el Campo de Estrellas

Claro que en ese 2018, junto con la expectativa tras el anuncio de Starfield, vino la debacle, con el totalmente fallido lanzamiento de Fallout 76. Y así fue como el estudio, que había cosechado palmares y la confianza de los jugadores con TES V: Skyrim y Fallout 4, tuvo que volver a luchar para recuperar ese puesto, cargando más la mochila de este incipiente título.

Dicha expectativa fue en franco ascenso desde el año pasado, y en especial a lo largo de este 2023, desde el momento en que Microsoft decidió convertir a Starfield en un exclusivo de consolas Xbox, luego de que, en 2021, Microsoft compró ZeniMax Media, la empresa detrás de Bethesda Softworks. En el camino, la IP nueva se tuvo que poner al hombro repuntar el año de Xbox en lo que a lanzamientos AAA se refiere, luego del espantoso papel que hizo el anterior juego del publisher, Redfall (curiosamente también de Bethesda, pero de un estudio interno distinto, Arkane).

Starfield fue concebido como el nuevísimo juego de rol con el sello característico de Bethesda Game Studios, cambiando la fantasía medieval de The Elder Scrolls o el futuro post-apocalíptico de Fallout por el futuro lejano y la infinidad del espacio, prometiendo llevar la exploración a cientos de planetas a través de la galaxia.

El elegido a conquistar la galaxia

Luego de crear nuestro avatar y otorgarle distintos rasgos (estos rasgos pueden ser hasta tres y bien podemos elegir equiparnos uno, dos, o ninguno), nos largan a la aventura. ¿Y cómo empezamos? Como un simple minero, en la nómina de una empresa que es conocida por tomar riesgos y trabajos peligrosos, y a nuestro grupo lo han mandado a una ignota luna en busca de un misterioso artefacto conocido como... "Artefacto".

En efecto, y casi sin buscarlo demasiado, encontramos aquello que estamos buscando, y al hacerlo, somos testigos de una extraña visión que nadie más ha visto. Mientras tratamos de asimilar este enigmático suceso, nos enteramos de que la organización detrás de dicho encargo, Constelación, está llegando para llevarse el paquete. Al llegar, la mina sufre un ataque de La Flota Escarlata (Crimson Fleet), una de las organizaciones piratas más peligrosas de la galaxia, y, luego de una defensa exitosa, terminamos viajando a Nueva Atlantis (New Atlantis), la capital de las Colonias Unidas (United Colonies) de los Sistemas Asentados (Settled Systems). Una vez allí, nos mandamos a los Headquarters de Constelación para entregar personalmente el Artefacto.

Resulta que esta organización es bastante conocida y prestigiosa por perseguir los misterios del universo. Como no podía ser de otra manera, terminamos uniéndonos a Constelación, y compartiendo la titánica tarea de encontrar estos Artefactos para descubrir quién o qué los creó, y con qué propósito.

Siempre acompañados

Los personajes con los que más interactuamos y nos relacionamos durante el transcurso de la aventura son, como no podía ser de otra manera, nuestros compañeros de Constelación: Sarah Morgan, Barrett, Sam Coe, Andreja, Walter Stroud, y gran elenco. Algunos de ellos, los más relevantes, incluso tendrán misiones personales e hilos argumentales propios.

En Starfield, la historia está contada casi exclusivamente mediante diálogos, por lo que estaremos bastante tiempo frente a una plétora de personajes en primer plano tirándonos líneas y líneas de lo que tienen ellos para decir. Si bien ésto es algo clásico de los juegos de rol, y más específicamente los de Bethesda, se siente medio acartonado, ya que al acotar la totalidad de la entrega del mensaje al trabajo actoral y las animaciones faciales, las decenas de líneas que se nos presentan (algunas con más emoción que otras) nos pueden terminar por aburrir y terminamos leyendo los subtítulos y skipeando todo para continuar con lo que estábamos haciendo.

Tendremos decenas y decenas de misiones para completar, y sacando las misiones que hacen avanzar a la historia principal, las secundarias están divididas en "comunes", actividades, y misiones de facciones, siendo éstas últimas las más llamativas y que están empatadas en peso y nivel de escritura a las principales. Éstas facciones son la UC Vanguard, la patrulla civil de las United Colonies (Colonias Unidas) y los Freestar Rangers, pertenecientes a la otra gran facción, la Freestar Collective. A estas dos se suman los trabajitos que podemos hacer para la corporación Ryujin, e incluso podemos terminar uniéndonos a la organización de los piratas, la Crimson Fleet.

Arriba de mi nave, volando de aquí para allá

Ahora bien, ¿cómo podremos llegar y explorar los 1000 planetas que Todd Howard nos prometió? Arriba de una nave, por supuesto, y ese es uno de los varios sistemas que componen Starfield. Aparte de mejorar y caracterizar de la manera que creamos más conveniente la nave con la que empezamos, podemos comprar más y tener una auténtica flota, ya que existen varias naves de distintos manufactureros, cada una diseñada y pensada para cumplir diversos propósitos.

¿Querés tener gran capacidad para contrabandear a lo loco? Podés comprar o armar una nave gigante pero con poca maniobrabilidad, o bien podemos decantarnos por otra pequeña, con poca tripulación a bordo, pero con gran velocidad y poder de fuego. El manejo de la nave igual es acotado, podremos usarla en las atmósferas de planetas linderos, bien para combatir o para interactuar con distintas naves a través de la galaxia. Aún cuando le agarremos la mano a los controles de la misma, la dificultad siempre está presente en los combates espaciales, aunque no son tan relevantes o presentes en el flow del juego.

Esto me lleva a una gran parte de Starfield, que es la exploración, y acá es donde empiezan a aparecer los "peros". El gran atractivo previo al lanzamiento del juego era, justamente, la aventura a través de los distintos sistemas, explorando distintos planetas, ciudades, y plantar bandera en lugares inexplorados. Sin embargo, como ya mencioné anteriormente, la nave está casi desperdiciada, y el "explorar distintos planetas" se reduce a elegir nuestro destino en un menú, algo así como pasaba en los Mass Effects.

Una vez que elegimos un planeta para aterrizar siguen los problemas ya que, por lo general los planetas están desiertos. Encontraremos algunos minerales a cosechar y, si tenemos suerte, alguna estación vacía o (casi siempre) con un manojo de piratas con los que corchearnos. Una falta que resulta fatal es algún tipo de vehículo terrestre para explorar dichos planetas, ya que estos puntos de interés están bastante alejados uno del otro, por lo que no nos quedará otra que caminar, y caminar, y caminar entre un punto y el otro, sin nada que hacer entre medio, lo que potencialmente termine logrando que abandonemos la idea de explorar planetas a menos que tengamos algo particular que hacer en éstos.

Al contar con ésta extensión de la galaxia y tantos planetas en los que podemos desembarcar, evidentemente se complicaba contar con mapas detallados de los mismos. Si bien en los ya mencionados planetas desiertos esto no resulta mayor escollo, en los asentamientos y, sobretodo en las tres "grandes" ciudades (New Atlantis, Neon y Akila City) se nota demasiado la falta de un mapa más detallado, ya que si bien no tienen una gran extensión, al principio podemos llegar a sentirnos perdidos cuando nos mandan de acá para allá, además de que cada una de estas ciudades está separada por una gran cantidad de pantallas de carga, atentando contra el ritmo de la exploración en estos lugares. El mayor ejemplo de ésto es Neon, en cuyo lugar central cada tienda o espacio tiene una pantalla de carga distinta.

No se puede explorar sin seguridad

Si bien contamos con armas melee (o cuerpo a cuerpo, para los amigos) como hachas y cuchillos, la gran mayoría de armas son de las que tienen gatillo. Las armas que nos presenta Starfield están divididas en dos, armas de fuego (de las cuales tenemos más variedad) y las de láser, más futuristas, pero de las que lamentablemente tenemos menos que elegir. Entre las del primer grupo contaremos con pistolas, revólveres, subfusiles, escopetas, rifles, y más, y entre las de lasers, tenemos pistolas y rifles de láser, pero no mucho más. Cada una de éstas tiene sus stats característicos, y están divididas en rangos; las más raras tienen habilidades extra.

La sensación de disparo está bien, las armas se sienten diferentes entre sí y se nota que el estudio detrás de Doom les dio una mano en eso. Sin embargo, la gran mayoría de luchas se sienten más como un trámite para llegar a nuestro próximo destino, más que retos en sí, ya que la IA de los enemigos no se siente demasiado pulida en este aspecto, y terminan pareciendo esponjas de balas en nuestro camino.

Al igual que en sus dos juegos anteriores, podemos elegir entre 1ra o 3ra persona, contando con una cámara más "sobre el hombro" y otra más panorámica. Si bien esto se agradece, obviamente, me quedó la sensación de que ciertas partes, especialmente lugares cerrados y algunas de las ciudades que podemos explorar (como Neon) se prestan más para la primera persona. Una queja que hizo mucho eco sobre el lanzamiento del juego y que fue atendida de manera "oficial" en el último parche del juego fue contar con un slider para el FOV, el campo de visión.

Cirujeando por la galaxia

Starfield no podía ser un juego de rol hecho y derecho sin contar con la opción de levantar absolutamente todo lo que se nos cruce que no esté atornillado al piso, desde armas, ropas, trajes espaciales, backpacks, hasta cosas pequeñas, como lapiceras, libros, adornos, pisapapeles, comida, etc. Sin embargo, esto es un arma de doble filo, ya que rápidamente nos vamos a quedar sin espacio tanto en nuestro personaje cómo en nuestra nave, pasando a gastar muchos minutos de cada partida en menúes para administrar nuestro inventario, y lamentablemente éstos inventarios no son los más cómodos ni los más intuitivos, haciendo aún más difícil ésta tarea. Esto se ve también a la hora de cambiar nuestro equipamiento, ya que no están claras las estadísticas de cada objeto y si es mejor o peor y en qué aspectos del que ya tenemos puesto.

Un título Next-Gen

Al estar unos cuantos años ya metidos en la "nueva generación", Starfield se lanzó para Xbox Series y PC. El juego fue creado utilizando un motor propietario del estudio, el Creation Engine 2, siendo éste el primer título creado con ésta iteración del mismo (el primer Creation Engine fue el responsable de Skyrim y Fallout 4, entre otros). Si bien la factura gráfica es increíble y nos entrega espacios asombrosos y detallados, flaquea en otras cosas, como en los modelos de los personajes que pululan los lugares que recorreremos, marcando así una diferencia con los principales (que tampoco son todo lo buenos que podrían ser). Si bien cuenta con iluminación global en tiempo real, no cuenta con la tecnología de trazado de rayos. A nivel sonoro se aplaude la ambientación y los sonidos de las naves, así como la música y el trabajo de algunos de los actores de voz.

Lamentablemente, no destaca por su rendimiento en PC, plataforma sobre la que se realizó este análisis. Las opciones a cambiar no son demasiadas y no se nos muestra demasiado el impacto que tendrá en el rendimiento, aparte salió con soporte oficial de FSR, la tecnología de reescalado de AMD, y no cuenta (todavía, por lo menos) con DLSS o XeSS.

Conclusiones

Starfield es un grandísimo título, ambicioso y plagado de contenido para satisfacer a todo aquel que se sienta atraído por su temática y los aspectos logrados de su gameplay. Nos invita a descubrir una historia que no rompe ningún molde, pero que hace de estructura para perdernos dentro de esta galaxia, conocer sus distintas facciones y lugares. Sin embargo, cuenta con varios aspectos que lo distan de ser el título perfecto.

Lo mejor

· Cantidad y calidad de misiones.

· Factura gráfica.

· Historia y armado del universo.

Lo peor

· La estaticidad en la manera de contar la historia.

· Constantes pantallas de carga.

· Confuso manejo de los menúes.

· Bajo nivel de dificultad en los combates.

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