Periodismo berreta: C5N contra los videojuegos

Hace un par de años, C5N daba una muestra de su soberbia capacidad periodistica (que no les exploten los detectores de sarcasmo) al ponernos en alerta por una peligrosa bebida de moda entre la perdida juventud actual: el GROG xD, que, entre otros ingredientes, contenia ácido de batería y tintura. Si, no es ninguna broma, se tomaron en serio que se bebía el célebre trago de "The Legend of Monkey Island", e hicieron un informe con caras preocupadas y un Doctor Cormillot que no sabía donde meterse. Por supuesto, se reveló rápidamente que habían caído en un engaño, pasando un papelón que llegaría incluso a las páginas especializadas internacionales. Por supuesto, cualquier persona pensaría que, despúes de tamaña vergüenza, los infalibles equipos de investigación (¿hace falta volver a aclarar lo del sarcasmo?) del canal de noticias tendrían muchísimo cuidado al hacer otra cosa relacionada con videojuegos. Pero si hay algo que la historia de la humanidad nos enseña, es que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra... y el periodista amarillo, lo hace cuatro o cinco. Esta vez, en el segmento "En el lugar justo", el "periodista" Justo Lamas quizo dársela de cool al hacer un informe sobre "los gueimers", y atrasaron como 20 años. No sería raro un poco de desinformación, despúes de todo, estos informes suelen plantear un lugar común que luego se desmitifica. Pero este, querido lector, no es el caso, ya que no pudieron empezar de la peor manera: los "gueimers" somos una "nueva tribu urbana", cual se leía en el zócalo que acompañaba al sonriente falso rubio... y de ahí, todo fue cuesta abajo.

Pero no nos apuremos, no... mejor diseccionemos esta basura desde el mismo principio. ¿Tribu Urbana? no solo es un concepto demodé, sino que es absurdo para describir a quienes gustan de los videojuegos. Por supuesto que nos interiorizamos sobre este pasatiempo, pero no es posible generalizarnos: no tenemos un código de vestimenta o estilo; no seguimos ideología o visión de la vida particular relacionada con los videojuegos; no nos gusta un solo tipo de género; no somos sectarios; no somos una construcción social acotada a una cultura particular, ni quienes jugamos nos movemos en un ámbito exclusivamente urbano. Este hobby acapara un rango amplio de edades, profesiones, ocupaciones, regiones, países, culturas, etc. ¿Le dirías al cinéfilo que pertenece a una "tribu"? entonces que no nos coloquen un mote restrictivo, para quienes disfrutamos de un pasatiempo que va camino a definirse como arte. Por otro lado, es interesante como se nos define como "NUEVA tribu urbana", siendo que muchos jugadores están bien entrados en sus 30, y empezaron con el Atari. Quieren hacer parecer esto como una especie de moda reciente, y no se reconoce a los videojuegos como una forma de entretenimiento que se puede rastrear a los años '70.

Siguiendo esta funesta definición, el "informe" pasa a entrevistar a un grupo de jóvenes a los que se intenta mostrar como "gamers clásicos": esto es, un grupo de hombres (¿mujeres? ¿jugando videojuegos? nooo, no existen) vestidos de ropa oscura y remeras referenciales (el detalle del muchacho con la remera de CoD es muy gracioso) y que juegan PES. Supongo que pretenden mostrar que así nos vemos las 24 horas del día. En fin, comienzan las preguntas -bastante trilladas- sobre lo que significa ser un gamer, y todo acompañado por zócalos con estadísticas que sacaron de no se sabe donde. Una de las partes mas absurdas llega cuando inquieren sobre el dinero que gasta un videojugador, a lo que uno de los entrevistados responde "llegue a gastar 1000 pesos", mientras el graph debajo afirmaba que "los más fanáticos" gastan la ridícula suma de 2000 pesos todos los meses. Sabemos que este no es un hobby precisamente económico, y más si se quiere estar en lo último... pero ¿2000 pesos al mes? típica afirmación en busca de shockear a la audiencia, de hacernos quedar como gente tan fanatizada, tan adicta, que no es capaz de cuidar sus finanzas. Por supuesto, sería una necedad no reconocer que existen adictos, y que hay gente que realmente gasta sumas importantes muy seguido; pero plantearlo como una regla, más que una excepción, es buscar desprestigiarnos.

Pero aguarden amigos, que la pendiente es inclinada, y la caída, veloz. Después de algunas preguntas más de rigor (cantidad de horas de juego, opinión de los padres), llega la reina de los lugares comunes, cuando el entrevistador saca la carta de la sociabilidad. Si, como muchos seguro esperaban, preguntan si quienes jugamos videojuegos somos antisociales por pasar horas frente a la pantalla, una idea que quedó atrasada ya en los años '90. Sin embargo, esto presenta el único momento importante de todo el "informe", ya que el entrevistado da una buena respuesta sobre lo que significa compartir el hobby, ya sea online o con amigos en una juntada. Me permito, además, aclarar que los videojuegos siempre fueron un instrumento social, mucho antes del uso masivo de la internet, incluso cuando íbamos en grupo a los arcade.

Hasta aquí, podrán apreciar, se trata de otra nota amarillista y mal informada, llena de lugares comunes, pero que, lamentablemente, es esperable todavía por parte de los medios masivos. Pero lo grave, lo realmente grave, no termina con el "informe" sino con el resumen que llegó luego, entre el entrevistador y sus colegas. En este punto, directamente insultan y estigmatizan a los jugadores al mejor estilo Jack Thompson. Primero, el rubiales protagonista de la nota, dice que existen "dos posturas", una, reflejada en la entrevista, que desmiente la idea de que el jugador sea poco sociable. Pero luego, menciona una segunda, totalmente inventada y que no se toca en ningún momento de la nota, en la que dicen que los videojuegos "hacen mal, porque no duermen, ni los ayuda a concentrarse en la escuela". Esto es una falta de respeto, y busca asustar incautos a la vez que demoniza el pasatiempo. Pero para añadir insulto a la injuria, la periodista Déborah Plager, queriéndose hacer la graciosa, nos aconseja "diviértanse, pero también búsquense una novia, que la van a pasar mejor".

En este momento es cuando perdí los estribos.

Lo que fue una nota graciosa por su vacuidad, terminó siendo una ofensa. A ver si le queda claro al periodismo de baja calidad: nosotros, quienes disfrutamos de los videojuegos, y a quienes uds quieren encasillar dentro de una "tribu", somos gente de todas la edades y condiciones. Hay estudiantes, hay trabajadores, hay padres de familia, hay profesionales, educadores... en fin, hay de todo. No somos un grupito de fanáticos introvertidos y antisociales, enviciados al punto de la adicción y que no tenemos una vida afuera del hobby. Esto podría haber sido una oportunidad de oro, de parte de C5N, para hablar de la industria y de como ésta ha crecido a niveles insospechados en los últimos años; de la magnitud del mercado en Latinoamérica, donde por primera vez vamos a tener el lanzamiento de una consola de próxima generación en simultáneo con Europa; de despejar los mitos que nublan todavía la comprensión de mucha gente sobre esta maravillosa forma de entretenimiento. Pero no, decidieron señalarnos como los "raros", los "adictos", los "irresponsables", los "insociables", haciendo más pesada la cruz de desinformación contra la que quienes amamos este medio tratamos de luchar. Son periodistas, llegan a mucha gente, y en lugar de tomar responsabilidad de ello, deciden hacer esta fantochada.

Imbéciles.