11 de Abril del 2023

Análisis de Tchia - PS4

Viajar por un mundo abierto inspirado en Nueva Caledonia no es lo único bello que tiene Tchia para ofrecernos, ya que nos llevará por una entretenida aventura que mezcla varios conceptos. Volemos a verlo.

En el mundo de los videojuegos, muchas veces hemos tenido la posibilidad de disfrutar de experiencias que sirven para expandir los conocimientos sobre algún momento histórico; otras propuestas nos mezclaron tramas ficticias relacionadas con algún lugar existente, y también nos hemos introducido en mundos de fantasía con algunos toques relacionados con nuestro querido Planeta Tierra. Por supuesto, existen muchos otros ejemplos, pero Tchia está muy conectado con todo lo mencionado, ya que en primer lugar fue pensada como una aventura que le acerque a quienes lo jueguen la cultura de Nueva Caledonia, una pequeña isla del Oceáno Pacífico.

La primera vez que vi un avance de este juego, creí que estaría más inclinado a llevarnos por un paseo narrativo, con las hermosas vistas de esta región. Con el producto final en mis manos puedo decir que estaba bastante errado, ya que ofrece eso pero muchísimo más. Este título fue desarrollado por Awaceb, y Nueva Caledonia es el lugar de nacimiento de los cofundadores del estudio. Por ende, se nota de sobra el amor puesto en cada rincón de este viaje. Conoceremos algunas tradiciones, disfrutaremos de su música, y hasta escucharemos voces en francés y drehu (las dos lenguas más habladas allí) de actores y actrices de Nueva Caledonia. Antes de arrancar el juego, nos cuentan todo esto y mucho más, por lo que me pareció importante empezar la reseña haciendo esto mismo.

Eso sí, por más que recorreremos escenarios inspirados en una locación real, los personajes son ficticios. De hecho, estaremos reviviendo el relato que una anciana le cuenta a los niños huérfanos de un refugio tropical. Así comenzamos las andanzas de Tchia, una niña que vive felizmente con su padre, hasta que éste es raptado por un misterioso villano. Ante tal dramática secuencia, la protagonista logra despertar cierto poder en su interior, pero aún no puede controlarlo lo suficiente como para impedir que se lleven a su papá. Con la ayuda de un amigo, se subirá a una balsa y emprenderá un viaje en busca de su rescate, descubriendo que le esperan muchos más peligros de los que creía.

Aunque el comienzo argumental de esta aventura es bastante simple de resumir, la realidad es que la primera hora de juego podría confundir o agotar a los que buscan lanzarse de cabeza al mundo abierto que ofrece Tchia. Les aconsejo a estos jugadores que tengan paciencia, ya que una vez sean libres, va a valer la pena. Pero sí, ciertamente el juego inicia con un ritmo lento, en el cual nos explican poco a poco muchos conceptos que luego utilizaremos por las islas, y que quizás hubiera sido mejor ir presentando más progresivamente. No me parece un error, pero hasta yo me estaba impacientando por momentos.

Como prometí, una vez terminen las introducciones, tendremos algunas misiones en nuestro cuaderno pero realmente seremos capaces de recorrer todo el mapa libremente si así lo deseamos. La exploración es uno de los elementos más entretenidos del juego, ya que el mapa está repleto de ítems por descubrir, actividades que realizar y secretos. Por supuesto, quienes se dediquen a recorrer las islas en lugar de ir directo a las misiones se verán beneficiados con algunas mejoras, siendo las canciones quizás de lo más clave. Y acá aprovecho para contarles una de las herramientas a nuestra disposición: el ukelele. No sólo nos servirá para relajarnos inventando melodías, sino que tendrá algunas combinaciones con efectos importantes. De hecho, la invocación de animales me pareció algo SÚPER necesario, lo cual me lleva a la siguiente habilidad.

El poder que se despierta levemente en Tchia, y del cual les hablaba en la introducción, es el de poseer animales u objetos determinados por una cantidad acotada de tiempo. Nuestra protagonista aprenderá a quemar a los enemigos con objetos inflamables, correr a toda velocidad como un perro y, quzás la mecánica más graciosa que vi últimamente en un juego, hacer caca mientras vuela siendo una paloma. Por supuesto, hay toda una limitación dentro de las posibilidades de este poder, pero no deja de ser algo súper entretenido y que incluso sirve para algunos puzles y enfrentamientos.

Pero volviendo un poco sobre mis pasos, la exploración se tornaría un poco infernal si no fuera por el hecho de poder invocar animales con el ukelele. Estar en medio de la nada y no poder salir volando siendo un pájaro sería realmente insoportable. Por eso aconsejo que exploren hasta descubrir estas melodías, porque sin ellas contamos con un personaje que no puede correr y que tampoco planea lo suficientemente rápido (aunque se agradece también esta habilidad). La exploración también puede ser algo lenta en las aguas, aunque navegar con nuestra balsa es algo bastante relajante, pudiendo nivelar la velocidad y controlar la dirección yendo de un lado al otro de ésta. Eso sí, cuando puedan manipular a los peces, probablemente sean mejor opción para agilizar. Y otro "Lean Tip": no se olviden de activar los viajes rápidos, que están sólo en ciertos puntos de la islas.

Lo cierto es que si nos mandamos directamente a realizar las misiones principales, estamos hablando de un juego con una duración normal, de unas 6 horas quizás. Yo le dediqué bastante a explorar y casi dupliqué ese lapso de tiempo. Y es que el mapa está lleno de sitios altos para revelar los puntos importantes del mapa (mecánica de Assassin's Creed y otros) y también hay puntos de control tomados por los enemigos, los cuales deberemos limpiar (algo que vimos en sagas como Far Cry). Incluso la exploración puede recordar un poco a los últimos Zelda, pero no necesariamente doy estos ejemplos para decir que el juego no innova, sino para demostrar que aplica muchísimos conceptos de manera bastante funcional y prolija. De hecho me he sorprendido mucho con lo bien pulida que está la combinación entre el comenzar a volar, volver a la forma humana, planear, disparar con la gomera, etc. Hay algunos contados casos en los que los controles nos pueden jugar en contra, pero por lo general todo funciona muy bien.

Hay un detalle un tanto extraño que quizás le guste bastante a los más exploradores, y no tanto a quienes no quieren dar tantas vueltas. Y es que en el mapa no podemos ver exactamente en dónde estamos parados, sino que Tchia sugerirá una aproximación en el caso de preguntarle. De resto, por suerte conseguiremos una brújula que nos indicará siempre los puntos importantes o los que marquemos manualmente en el mapa. Otro detalle que me llamó la atención para bien, es que a pesar de su aspecto adorable y pacífico el juego no duda a la hora de mostrarnos alguna que otra secuencia un poquito más violenta o con la inclusión de sangre, cosa que quizás otras producciones hubiesen evitado. A mí me pareció muy bueno.

Entre otros ítems negativos, me he encontrado algunos inevitables bugs, siendo el único realmente molesto uno que me impedía realizar el puzle de una de las torres de piedras, las cuales sirven para desbloquear nuevas melodías. Además, hay un montón de momentos musicales en los cuales podremos tocar el ukelele opcionalmente (no se nos obliga a superar la fase tocando, podemos simplemente mirar), y a veces el minijuego me resultó un poco caótico, y eso que amo con todo mi ser los juegos musicales. Te puede marear un poco al ser un círculo que recibe notas sin diferencia entre sí y por todos sus ángulos. Así y todo, las secuencias con música son muy bellas y llegan al corazón, además de seguir nutriéndonos de la cultura de la región.

Conclusiones

Tchia es una linda aventura, y esconde mucho más de lo que aparenta a simple vista, siempre y cuando exploremos a fondo. Además de ser de esos juegos que nos acercan y enseñan sobre una cultura específica (Nueva Caledonia en este caso), nos trae una muy prolija mezcla de conceptos, bastantes actividades para quienes quieran descubrir hasta el último grano de arena de estas bellas islas, y una historia con toques de fantasía. Quizás su ritmo es algo cortante por momentos, y la exploración puede ser lenta hasta que tengamos las herramientas adecuadas, pero no dejó de sorprenderme en sus horas de duración.

Lo mejor

· Se nota el amor puesto por sus creadores, es lindo conocer más sobre esta cultura a través de un videojuego muy entretenido.

· La protagonista cuenta con un lindo abanico de habilidades y mecánicas bien implementadas.

· La exploración es muy entretenida, las islas tienen mucho para dar...

Lo peor

· ... aunque podemos ir muy lento si aún no tenemos las habilidades adecuadas, lo cual es tedioso.

· Algunos momentos narrativos, sobre todo al comienzo, pueden inquietar a los impacientes.

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