The Last of Us: Episodio 4

Durante toda la semana pasada y a partir del episodio 3 y su repercusión, estuve pensando en cuales eran los temas prevalentes tanto en los juegos como en la serie. La pérdida o no de nuestra humanidad y las consecuencias de nuestras acciones son dos de los más palpable; pero también hay temas que aparecen de forma más sutil, como el significado de la propia existencia y/o la búsqueda del mismo. En el capítulo 3 esto último fue la columna vertebral de la historia de Bill y Frank, y es interesante ver como se relaciona con el juego: en la serie, Bill decide que Frank es el propósito de su vida, y por lo tanto toma las decisiones necesarias para proteger su relación. El final es agridulce, con ambos personajes muertos, pero habiendo llevado una vida bastante feliz. En consolas, Bill no reconoce propósito alguno para su vida más que sobrevivir (la discusión entre vivir y sobrevivir también entra en debate en The Last of Us), y eso lleva a que Frank lo resienta y lo termine odiando. Ese paralelismo es lo que está haciendo de la serie una joya. No se trata de una mera adaptación, sino que, respetando los temas e historia central, nos muestra que hubiese pasado si algún personaje hubiese elegido un poco diferente.

Este cuarto capítulo parece ir por una vía similar, a la vez que hace entrar otro gran tema presente en The Last of Us, y que creía que no iba a ver hasta dentro de mucho tiempo: la obsesión; y particularmente, la obsesión por la venganza.

Dejando atrás la casa de Bill y Frank, los protagonistas se encaminan, ahora sí con una camioneta, a terminar su recorrido. El viaje rutero está repleto de diálogos significativos y escenas más que reconocibles: Ellie y su libro de chistes malos; o la revista pornográfica de Bill, están ahí para recordarnos que en una adaptación siempre habrá cambios, pero que el material original está en muy buenas manos, y las desviaciones no hacen más que enriquecer la historia.

Lo interesante de toda esta primer mitad, es ver como Joel comienza a abrirse a Ellie y se entrevé esa dinámica padre-hija que todos estamos esperando. Entre los primeros diálogos en la camioneta, Joel discute con Ellie la importancia de cuidar de los propios, que por eso va por su hermano y se preocupaba por Tess, que era casi como familia. En cambio, ella solo es considerada “carga”, un trabajo, algo que entregar y sacarse de encima. Y sin embargo (y acá es donde brilla la actuación tanto de Pedro Pascal como de Bella Ramsey), la expresión de Joel no parece coincidir con esa afirmación. Una vez más su actitud cerrada le hace decir cosas que no siente (como se verá un poco más adelante). Mientras, el rostro de Ellie refleja cierta tristeza, ya que ella sí, a su modo, trata de llevarse bien con Joel (lo que no impide que esconda un arma sin su permiso).

Cuando llega la noche es el momento en que por fin vemos como el cascarón de Joel comienza a resquebrajarse. Preparándose para dormir a la intemperie, Joel con paciencia responde las preguntas de Ellie sobre lo que hay en los bosques y que tan seguros están, así como también y por primera vez, la molesta “arruinándole” el remate de un chiste malo, como cualquiera haría con un amigo o un familiar. Luego, cuando Ellie se duerme algo preocupada por el peligro que podría acechar (no prenden fuego por temor a que otros seres humanos lo vean), Joel se dedica a hacer guardia por buena parte de la noche.

La segunda parte del episodio nos lleva a la ciudad de Kansas, donde son emboscados por los cazadores. Aquí suceden un sinfín de cosas interesantes: Joel, al igual que en el juego, le dice a Ellie que se esconda pasando por una abertura en la pared mientras él se hace cargo de las personas que lo tienen acorralado. Sin embargo, luego de cargarse a dos de los salteadores, un tercero logra reducirlo, a lo que Ellie se acerca por detrás de los hombres forcejeando y le dispara al que estaba sobre Joel hiriéndolo de gravedad. En una escena escalofriante, el joven cazador le suplica que le perdonen la vida y lo lleven con su madre, a lo que Joel con una frialdad absoluta le responde apuñalándolo con su propio cuchillo. No gasta ni una sola de las escasas balas. Si hasta este momento quedaba alguna duda sobre qué tipo de persona es Joel y lo que está dispuesto a hacer, ahora ya no queda ninguna. Incluso en una charla posterior (también sacada íntegramente del juego), Joel confiesa que reconoció la trampa porque él estuvo en ambos lados de la misma, dando a entender que hasta mató gente inocente para quitarles lo poco que tenían.

Aquí también conocemos a Kathleen, la líder de los cazadores y un personaje completamente nuevo. En el juego, esta facción que ataca a los protagonistas de la misma manera, no eran más que enemigos a los que había que superar, y nos enteramos por medio de algunos archivos sueltos sobre lo que sucedió en la Zona de Cuarentena de Kansas City, pero no demasiado más. La serie decide darnos un poco más de trasfondo, acentuando el mundo “gris” de The Last of Us.

Esta mujer parece haberle quitado el control a FEDRA de la ZC, y nos la presentan interrogando (¿torturando?) a un médico sobre el paradero de un tal “Henry” y su hermano pequeño, Sam. De acuerdo al diálogo que mantienen, FEDRA torturaba y asesinaba prisioneros entre otras actitudes represivas, lo que provocó el levantamiento. El hermano de Kathleen fue una víctima, y al parecer, Henry el que lo vendió.

Cuando llegan noticias sobre los cazadores muertos a manos de Joel, Kathleen inmediatamente piensa que están aliados con Henry y ordena una búsqueda total edificio por edificio, mientras en un rapto de furia ella se encarga de ejecutar al médico prisionero. Queda manifiesto por un lado la organización del grupo de Kansas, quienes tienen muchos más vehículos, hombres y armas que los del videojuego. Se infiere también que el lugar está habitado también por muchos civiles. Por otro, la personalidad obsesiva de Kathleen, quien no va a rendirse hasta encontrar a los responsables. En una escena más que interesante, uno de sus lugartenientes le muestra que, en uno de los edificios el suelo está por venirse abajo. No sabemos que pueda salir de ahí (ojalá que un bloater), pero la reacción de todos da a entender que es peligroso y debería prepararse y alertar a los demás residentes. La líder, sin embargo, señala que la prioridad es Henry y que nada se mencione de lo que puede estar sucediendo ahí debajo. Una decisión que sin duda traerá consecuencias funestas.

Mientras tanto, Ellie y Joel recorren los edificios escondiéndose. Ante el peligro, ambos personajes empiezan a confiar y protegerse mutuamente. Joel enseña a Ellie como agarrar correctamente un arma, y nos enteramos que Ellie ya ha matado a alguien. ¿Se tratará del infectado del capítulo anterior o de un episodio que aún desconocemos?. Y cuando finalmente encuentran un lugar donde pasar la noche, ambos se ríen a carcajadas de los chistes malos de Ellie. Pero el peligro los encuentra al día siguiente, cuando despiertan y hay un niño apuntando su arma al rostro de Joel.

Por dios, esta serie se pone cada vez mejor. No solo nos regalaron muchísimos diálogos sacados íntegramente del juego, sino que además integraron algunas de las mecánicas y aparecen personajes nuevos y un trasfondo para unos enemigos que no tenían demasiado desarrollo. Y entre lo que sabemos, lo que podemos intuir y lo que puede ser sorpresa (¿qué saldrá debajo del piso?) se nos vienen una serie de episodios imperdibles.

Por cierto ¿ya se imaginan cuál va a ser el final de temporada? Yo creo que tengo una idea, y la voy a pasar muy mal…