Aldo Titaro
Redactor
Aldo Titaro / Esco

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03 de Junio del 2013

El día que me decidí por PS4

Un relato dramático desde la vista de un jugador sobre la nueva generación de consolas que se aproxima. Sony y Microsoft competirán cabeza a cabeza, pero la suerte ya está echada. Informe escrito por Aldo Titaro.

Con una expo de videojuegos a la vuelta de la esquina, me encuentro aquí para exponer mis sentimientos personales hacia una nueva generación de consolas que me trae muy emocionado. Bueno, no quizás de parte de Nintendo, que me hizo malgastar gran parte de mi sueldo para adquirir una Wii U que no es más que un trasto táctil. Pero a comparación de lo poco que me movió PlayStation 3 y Xbox 360, este deseo de ver una nueva forma más amplia de jugar, me tiene atrapado.
La verdadera guerra de la nueva generación se encuentra entre Microsoft y Sony, Xbox One y PS4, dos bestias que quieren repartirse trompadas hasta quedar sin fuerzas. Ni lerdo ni perezoso, para evitar los errores del pasado, Sony se ha adelantado unos cuantos meses para presentar una nueva forma de jugar. Mucho más social, y con grandes características que devolverían al usuario ese deseo de simplemente jugar, sin tener que soportar nada más. Ya no hay que esperar días para que se descarguen decenas de gigabytes; no hay que comprar una capturadora de video para compartir lo que jugamos; y por sobre todo, desaparece CELL, ese procesador que tantos dolores de cabeza dio y tantas excusas baratas por parte de los vagos desarrolladores nos hizo escuchar. 
Es una consola creada por desarrolladores para desarrolladores, con el objetivo de brindarle a los usuarios experiencias únicas. Y qué mejor ejemplo que The Whitness, aquel juego tan misterioso del que hablé personalmente con Jonathan Blow cuando tuve la posibilidad de entrevistarlo en exclusiva. En ese momento nadie se esperaba tamaña noticia, pero ahí estaba Sony, metiendo el dedo en la llaga abierta de Microsoft. No querían otro caso Braid, por lo que fueron a por la exclusiva; y lo lograron. Un punto para Sony, Blow es una influencia importante para motivar a los desarrolladores indie.
Por otra parte, tenemos toda una plantilla de desarrolladoras exclusivas que nos darán el mismo motivo por el cual deberíamos decantarnos en estos momentos hacia PS3: Juegos. Juegos de calidad.
Guerrilla haciendo de lo suyo con un nuevo Killzone que promete seguir en la línea de los anteriores. Un Drive Club que, para los fanáticos de las carreras como yo, es casi tan emocionante como ver una carrera de Formula 1 arriba de un yate en Montecarlo. Y para mi, lo más sorprendente, la presentación de MediaMolecule; esos locos padres del divertidísimo LittleBigPlanet. Pensaron en crear sus sueños en un videojuego, y los malditos bastardos lo han logrado: tan simple como agarrar el mando Move y ponerse a dibujar para luego animar. Alucinante.
No solo fue de empresas propias, sino que también estuvieron compañías como Capcom, con un Inafune totalmente pasado de estupefacientes mostrándonos un alucinante Deep Down, el cual seguramente tendrá contenido exclusivo para PS4. Una demo técnica de Square-Enix que quiere volver a la senda ganadora, y solo podrá hacerlo si se queda bajo las alas de Sony. Un Watch Dogs que emociona cada vez más. Un Bungie, con una cara casi traidora, plantada específicamente por Sony para propinarle una puñalada a Microsoft. Y con la casi confirmación que lo nuevo de los creadores de BioShock va a ser exclusivo para la nueva consola de la empresa nipona. 

Sony lo ha hecho bien, y me ha dejado más que satisfecho con su presentación. Pero faltaba algo, la presentación de Xbox One, quien venía con las promesas de un Kinect totalmente renovado, casi cerca de hacernos creer que éramos Tom Cruise en Minority Report. Así que aguardé hasta Mayo, ansioso por ver como la compañía de las ventanas le pintaba la cara a Sony, mostrándole exclusivas de GTA V, como ya lo hiciera con los DLC de la cuarta entrega del juego de Rockstar. Cabe aclarar que el morbo me ganaba, y deseaba que sucediera eso para ver a una Sony luchadora como la de ésta generación. 

Llegó el día, y no ha sido más que una triste canción de cumbia. La ventanita del amor se me cerró. No había Ilumiroom, no había grandes IP nuevas. Solo había una videocasetera con una Webcam al lado. Fue casi tan patético como Sony prometiendo grandes novedades para PSP mientras mostraba fotos de nombres. Xbox One es televisión, o eso dieron a entender en la conferencia. Lo repitieron hasta el hartazgo, y ahí es donde se me inclinó la balanza (y a la mayoría). Microsoft quiere tener una consola que emule a Google, pretendiendo que todo pase por ahí. Pero se olvidó de lo más importante, y es que estos sistemas son para jugar y nada más.
No se mostró casi nada de materia jugable. TV; Kinect 2.0 va a tener que estar conectada siempre, porque si no Xbox One no va a funcionar; TV; ¿Juegos usados? Para nada, solo un juego por cuenta: si es ejecutado en otra hay que pagar; TV; Call of Duty; TV. Lamentable.

Y aquí estoy, pensando solo en la E3, para ver qué presenta cada compañía. Pero mi suerte ya está echada. De esa batalla que esperaba, solo puedo entender que se rifan trompadas y Xbox One tiene todos los números. Por el momento ya estaré reservando mi PS4 a partir del 10 de Junio.


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