08 de Febrero del 2022

Análisis de Tales of Arise - PS4

Dahna es un pueblo esclavizado por 300 años. Rena, otro pueblo más avanzado, está secando de recursos la tierra de los oprimidos. En éste panorama sombrío, un hombre sin recuerdos y una joven con un pasado oscuro forman una improbable alianza para cambiar el paradigma.

Tales of Arise es la última entrega en la longeva franquicia Tales of, la cual comenzó allá por 1995 con la salida de Tales of Phantasia para Super Famicon. En esta ocasión, la gente de Bandai Namco (la cual desarrolló y publicó el título) decidió lanzarlo para todas las plataformas, incluida PC (perdón Switch).

Todos para uno, uno para todos

En Tales of Arise, los protagonistas son Alphen y Shionne, los jóvenes a los que hacía referencia en la intro. Alphen (cuyo nombre aprendemos más tarde) es un muchacho que porta una misteriosa máscara de hierro, no recuerda nada de su pasado, y tampoco es capaz de sentir dolor, aunque sí de lastimarse como cualquiera. Alphen es un Dahnan, y está confinado a la esclavitud en una mina ardiente.

Por otro lado, Shionne es una Renan, aunque está siendo perseguida por los de su misma raza. Ella es la portadora de una maldición, la cual impide que cualquiera pueda acercarse a ella, ya que enseguida se ve rodeada de unas espinas que inflingen gran daño, lo cual hizo que sea por defecto desconfiada de todo el mundo.

Al comienzo de la aventura, estos dos se conocen luego de un accidente, y, tras varios traspiés, deciden unir fuerzas para derrocar a los cinco Renan Lords que reinan sobre Dahna para así liberar al pueblo de Alphen. Durante su travesía, se le irán uniendo más personajes, cada uno de ellos con sus propias motivaciones.

Debo decir que el título no tiene ningún problema en mostrar la crueldad de la esclavitud desde el minuto 1 de juego, aparte de que constantemente está haciendo hincapie de cómo 300 años bajo el yugo de los Renans hizo que los Dahnans ya tengan asimilado que es algo que no pueden cambiar, lo que hace que la gesta de Alphen, Shionne y compañía sea aún más increíble.

La historia grande del juego está excelentemente planteada y ejecutada, dejándote siempre con la intriga de qué va a pasar al siguiente momento, aparte de tenerse guardado unos cuantos plot twists, como no podía ser de otra manera. Sin embargo, también es para remarcar el arco individual de cada personaje de nuestro equipo (seis en total), ya que todos tienen su momento de brillar y revelar sus motivaciones y secretos.

A destacar, sin lugar a dudas, son los “skits”, pequeños flashes o segmentos totalmente opcionales, que son utilizados para expandir el trasfondo del mundo y de nuestros protagonistas, ya que a través de estas escenas podemos ver mucho más la interacción entre ellos, sus pensamientos, singularidades y demás. Hay cientos de éstas pequeñas escenitas, que iremos activando si gustamos de verlas. Están presentadas con cuadros dinámicos y diálogos, como si de viñetas de un cómic se tratasen. Aparte, todas ellas son recopiladas y podemos verlas cuantas veces queramos.

Reventando bichos a través de los cinco continentes

Antes de ahondar en las mecánicas de lucha y habilidades del juego, debo decir que es divertidísimo por donde se lo mire. La serie Tales of se caracteriza por su mezcla de JRPG con juego de acción, ya que dentro de cada lucha somos libres de movernos y atacar a gusto, echando mano a varios (muchos) ataques especiales, salto, roleo, y demás. Disponemos de hasta cuatro personajes en la party mientras tenemos dos en el banco, pero que aún así asisten.

Cada uno de nuestros personajes tiene ataques y habilidades especiales: Alphen se especializa en ataques con espadas, Shionne en ataques a distancia ya que usa un rifle, Rinwell usa magia, y así. Cabe destacar que podemos manejar al personaje que queramos, pudiendo cambiar las veces que queramos incluso dentro de una pelea. Podemos setear cómo queremos que se maneje el resto de la party; que se concentren en atacar, curar o estar a la defensiva, por ejemplo.

Si bien al principio es medio lento, ya que disponemos solamente de Alphen y Shionne, cuando nuestro grupo se va nutriendo y podemos hacer uso de más ataques combinados y distintas habilidades, cada pelea es una verdadera fiesta. Si bien la mayoría de los enemigos se vuelven débiles muy rápido, las peleas contra los jefes y monstruos grandes presentan un verdadero desafío en los cuales el uso de ítems, estrategia y habilidad para esquivar ataques es clave.

Aparte de nuestro ataque básico, podemos asignar seis "artes" en total a cada personaje, tres terrestres y tres aéreas. Éstas consumen unos puntos que se irán regenerando solos, por lo cual es importante no espamearlas sin ton ni son. Para aprender más de estas artes, deberemos echar mano a unos "mapas" (del mismo estilo que el mítico Final Fantasy X y su Sphere Grind) donde gastamos unos puntos que ganamos por completar misiones de historia y sidequests.

El título cuenta con varios aspectos que pueden parecer menores pero que te cambian la vida y hacen de la experiencia de juego una mucho más amena. Aparte de tener en claro en todo momento cual es el siguiente objetivo principal marcado en el mapa, tenemos un apartado con la misión actual y las pasadas, así como otro apartado para las sidequests. En todo momento podemos acceder a distintos tutoriales y explicaciones por si no recordamos cómo hacer algo, aparte de que (y esto es lo que más destaco) podemos hacer viaje rápido cuando lo deseemos entre lugares que ya hemos visitado.

Lindo por donde se lo mire

La verdad verdadera (¿qué?) es que Tales of Arise es una belleza, el trabajo que tiene el apartado visual es de no creer. El equipo desarrollador le sacó chispas al Unreal Engine 4, motor sobre el que corre el juego, para crear un mundo no tan "animesco" (aunque la esencia sigue estando) y más vivo. Esto se destaca mucho más al ver los variados escenarios que recorreremos: cada país de Dahna es completamente diferente, pasando de desiertos prendidos fuego, a montañas nevadas, selvas frondosas, y más.

Las animaciones de los personajes están muy bien, aparte de que, bien al estilo juego de rol, podemos vestir a nuestros protas con distintos trajes que iremos encontrando a lo largo de la aventura (o bien con algunos trajes DLC si decidimos volver a pasar por caja). No solamente hay trajes, sino que podemos ponernos accesorios, como sombreros, gafas, colas de zorro y demás, que obviamente también iremos desbloqueando.

Una de las cosas que más me maravilló y por lo cual siempre volvía y vuelvo al título es por lo espectaculares que son las peleas, no sólo porque son entretenidas, sino porque son un verdadero espectáculo: la combinación de los efectos de los ataques, las explosiones, los colores, los sonidos, los gritos de batalla, todo eso combinado, es increíble. Aparte de todo esto, el premio se lo llevan los ataques combinados que podemos desencadenar en enemigos "aturdidos"; las combinaciones son varias y tan devastadoras cómo espectaculares.

El apartado sonoro no se queda atrás para nada: los efectos acompañan en todo momento lo visual, aparte de que la música completamente orquestal es una delicia para los oídos. El trabajo de los actores de voz también es magistral (por lo menos el japonés original, que es el que elijo siempre escuchar yo en este tipo de juegos, pero cabe destacar que también contamos con una traducción completa al inglés).

Conclusiones

Tales of Arise es bellísimo, divertido y tiene una gran historia para descubrir. Te deslumbra con cada nuevo escenario a explorar, nos involucramos con los personajes y lo que les pasa, aparte de que todo su sistema de pelea nos empuja a descubrir más formas de romperle la cara a cuanto monstruo se nos cruce. Excelente JRPG y uno de los juegos del año.

Lo mejor

· Visualmente deslumbrante.

· Gameplay divertido y adictivo.

· Historia, personajes.

· Música orquestal.

Lo peor

· Comienzo lento.

· Puede ser algo fácil para algunos jugadores.

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