31 de Enero del 2022

Análisis de Nobody Saves the World - PC

No hay ninguna manera de que un "Don Nadie" pueda salvar al mundo. O quizás, por el contrario, existan muchas formas de que lo logre. La respuesta la encontraremos en lo nuevo de los creadores de Guacamelee.

Hoy no vamos a hablar de un metroidvania, pero al mencionar a DrinkBox Studios es inevitable rememorar la obra que los catapultó en la escena indie: Guacamelee! Tras sus primeros dos tímidos juegos de acción en 2D, el estudio lanzó la aventura inicial del luchador Juan en 2013 y rápidamente llamó la atención gracias a su ambientación mexicana, su humor y gameplay. Y reitero, aunque el título a reseñar se inclina por otro estilo, es de remarcar que, habiendo tantos metroidvania en el mercado, DrinkBox supo contentar a los fans del género, tan así que cinco años más tarde vimos llegar la secuela. Y también han demostrado que saben jugar bien la carta de la paciencia a la hora de desarrollar un nuevo proyecto, ya que aunque tuvimos Severed en 2016, se nota el cuidado y cariño que hay por cada lanzamiento. Por eso, tras cuatro años más sin novedades, nos cae del cielo Nobody Saves the World.

Hablando del cielo, estamos ante una aventura de acción y rol con vista cenital, la cual rápidamente recordará a títulos como The Legend of Zelda. La premisa nos pone en la piel de una persona aparentemente "equis", que por obra del destino se termina haciendo con una varita mágica. De ser un "Don Nadie", nuestro protagonista aprenderá rápidamente a realizar transformaciones, y con ellas se dispondrá a recorrer el mundo, superar dungeons, cumplir recados de personajes varios y... ¿hace falta que lo diga? Bueno, lo digo. Y SALVAR AL MUNDO.

Nobody Saves the World es de esos juegos que en los primeros minutos te lanzan a la cara todos los cimientos que, claramente, van a desembocar en una construcción enorme y hermosa. Y lo mejor de todo es que lo hace con una prolijidad que hasta la mismísima Marie Kondo envidiaría. Esto logra generar un efecto tal que, les aseguro, van a querer desbloquear y/o realizar todo lo que se nos ofrezca aunque recién estén empezando. Sé que esto suena muy confuso cuando todavía no indiqué de qué la va todo esto de las transformaciones, pero es que una vez aprendés cómo funciona el juego, la fórmula divierte y te hace olvidar constantemente de que lo único que estás haciendo es derrotar monstruos como en la mayoría de títulos del género.

Bueno, me dejo de hacer el misterioso, vamos a intentar resumir esto. Básicamente contamos con un árbol de transformaciones, colocándose nuestro "Nobody" por debajo, y apareciendo más y más posibilidades a medida que jugamos con ellas. La primera que aprenderemos a utilizar será la "rata", con la cual podemos avanzar por espacios reducidos, envenenar a los enemigos con mordiscos, etc. Imaginarán que cada transformación tiene sus propias habilidades. Pero el giro de tuerca va en que a su vez, cada forma tiene sus propias misiones, y completarlas es la única forma de subir de nivel en el juego. Y antes de que suene abrumador, hay que aclarar que las misiones no suelen ser difíciles (salvo contadas excepciones), pero sí te llevan a explotar las habilidades de cada personaje, e incluso ir combinándolas con las de otros una vez que tengamos muchas transformaciones.

Esto decanta en una fórmula divina, ya que el juego presenta una mecánica muy inteligente de levelear: vamos a estar luchando con los mismos bichos o repitiendo los mismos dungeons, pero al cambiar de formas y ataques constantemente es difícil que se vuelva aburrido. De hecho, la sensación de ser recompensados parece no tener fin, porque mientras avanzamos en la historia no paramos de completar misiones, subir de niveles, encontrar cofres, comprar mejoras... como dirían los jóvenes, te la pasás en "un cumpleanito".

A esta gran mecánica de grindeo, hay que sumarle el hecho de que iremos descubriendo un mapa bastante grande, con sorpresas y sidequest esperando y un detalle que claramente el estudio aprendió a brindarnos muy bien con su franquicia mexicana: explorar hasta verlo todo. Es muy probable que los adictos a títulos como Guacamelee o Hollow Knight (entre otros) no van a querer descansar hasta poder ver cada recoveco del planisferio, y descubrir todos los dungeons que se ocultan en éste.

Ahora, tengo que aceptar algo, y es que a mí me parece que el sistema de progreso es bastante enviciante, aunque tras una partida larga puede agotar un poco. Estamos ante un título de unas 20 horas, donde si nos descuidamos de seguir completando las misiones individuales de cada transformación, el progreso se puede ver estancado por la falta de "estrellas" (que sirven para abrir los dungeons principales). Considero que, objetivamente, puede haber quien vea injusto tener que pasársela cambiando de forma y ser obligado a usar todo el conjunto de habilidades, en lugar de poder centrarse en su transformación "favorita" y poder avanzar con normalidad. Si bien ir desbloqueando todo gracias al esfuerzo de cumplir las tareas es emocionante, es cierto que al final uno termina más pendiente de esto que de la historia principal en sí. Todo dependerá de cada jugador, a los coleccionistas les puede llegar hasta a fascinar.

Artísticamente no podíamos esperar menos de DrinkBox Studios. Ya nos ha encantado en el pasado con su trabajo de animaciones, fondos y diseños, y esta vez se van para algo más tradicional. Cada personaje es tan clásico como particular, yendo desde un guerrero o zombi, hasta una tortuga o fantasma. El mundo en sí es colorido, con los esperables cambios de biomas, pero no es tan memorable como en otras entregas.

Conclusiones

Nobody Saves the World es un muy divertido juego de acción y rol, cuyo sistema de progreso te va a tener cambiando de personajes y habilidades constantemente, explotando todas las posibilidades jugables mientras subís de nivel y descubrís un mundo tan colorido como bizarro. Si te gusta la fórmula, se puede volver muy adictivo, aunque pierde su encanto una vez te acostumbrás a ésta. Aún así, es una linda experiencia, con todos los condimentos que no pueden faltar en un título de DrinkBox Studios.

Lo mejor

· Presenta todo con una prolijidad que la mismísima Marie Kondo envidiaría.

· La mecánica de progreso es muy inteligente y te hace explotar todas las transformaciones al máximo.

· El juego se la pasa recompensándote, estás en "un cumpleanito" constante.

· Mientras la fórmula se mantiene novedosa, es súper divertido...

Lo peor

· ... aunque una vez se pasa la emoción, puede agotar un poco.

· Querer usar únicamente a nuestra transformación favorita puede ocasionar que te estanques en el juego.

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