Análisis de We Were Here Together - PS4

Si alguna vez visitaron una de las tantas salas de escape que andan dando vueltas por ahí, entonces entenderán bastante bien de qué se trata We Were Here Together. En esencia es eso, una sala de escape en la cual deberemos resolver una serie de acertijos para avanzar, con la diferencia de que no siempre estamos adentro de una habitación. Por el contrario, la idea es viajar a través de un paisaje nevado hasta llegar a un misterioso castillo. Y, como suele ocurrir en este tipo de juegos, la idea es que sea cooperativo, por lo que si o si necesitaremos de un compañero/a para poder resolver todos los puzles que se nos presentan.

En general, la mayoría de los puzles son muy interesantes y desafiantes, y es muy divertido poder resolverlos. No hay nada mejor que la sensación de seguir adelante después de un rompecabezas especialmente complejo y que llevó su tiempo terminar. Sin embargo, hay algunos otros que no están tan bien diseñados, al punto que mientras uno de los jugadores está enfrascado con una actividad interesante, el otro se encuentra en medio de una muy tediosa. O aquellos en los que alguno de los jugadores se queda literalmente sin hacer nada mientras que el otro hace todo el trabajo, ya sean porque está imposibilitado de ayudar o porque solo se necesita a un jugador para resolver el tema en cuestión. Solo por no spoilear me voy a privar de dar ejemplos, pero es una lástima que estos detalles lastimen una experiencia tan interesante.

Si tenés que trabajar codo a codo con otra persona para resolver el juego, entonces es mejor que sea con un amigo/a de confianza y con quién se entiendan bien. Por supuesto que la función party chat de la consola es obligatoria, ya que durante la mayor parte del tiempo no se van a ver uno a otro y solo la voz los puede guiar a una correcta resolución. Jueguen con alguien que tenga paciencia para estas cosas.

Sin embargo, para un juego donde la comunicación es vital, hay que decir que tiene algunos fallos en los controles que pueden complicar bastante el juego. Los movimientos suelen ser bastante toscos, y en algunos puzles en particular van a encontrar que luchan tanto con el joystick como con el problema en sí. A eso hay que sumarle menús confusos que pueden dar más de un dolor de cabeza. En mi caso particular, intentando grabar la partida, terminé por salir del juego y hubo que resolver todo otra vez. Del mismo modo, podés llegar a “kickear” a tu compañero/a sin quererlo. A eso hay que sumarle que el juego tiene guardado automático solo cuanto terminamos un escenario, por lo que grabar en medio (lo que intenté hacer con desastrosos resultados) no es posible, y en un juego donde podés pasar mucho tiempo trabado y pensando, puede resultar terriblemente contraproducente.

We Were Here no destaca gráficamente, pero el diseño de los escenarios y el arte en general llaman la atención y son muy bonitos. Las escenas que transcurren en el exterior pueden resultar algo vacías con tanta nieve alrededor, pero una vez adentro del castillo la cosa cambia bastante, con imágenes muy definidas y habitaciones bien construidas.

Si tenés con quién jugarlo, We Were Here Together es una maravillosa experiencia, pero a la complejidad de juego y necesidad de comunicación, hay que sumarle la confusión que genera una pobre adaptación al joystick de consola y una serie de menús confusos. Es preferible jugarlo en PC, te vas a frustrar menos, pero si sólo disponés de una consola, es una adaptación aceptable y terminan siendo más los buenos momentos que los malos.

· Los puzles.

· El desafío.

· La experiencia.

· Los controles.

· Algunos puzles pueden ser frustrantes, y no de buena manera.

· Algunos problemas con la interface.