Análisis de Tannenberg - PS4

M2H y Blackmill Games comienzan a caracterizarse por dos cosas en cuanto a sus lanzamientos: la inclinación al multijugador, y el uso de escenarios bélicos que no pertenezcan a la ya tan visitada Segunda Guerra Mundial. Luego de un tiempo en Early Access, Verdun vio la luz en 2016 y se consagró con grandes ventas y números de jugadores activos. En este título pudimos conocer más sobre la Gran Guerra, con mapas basados en Bélgica y Francia. Pero esto no podía quedar ahí, por lo que los estudios volvieron a unir fuerzas para llevarnos de paseo una vez más por la Primera Guerra Mundial, esta vez con Tannenberg. El juego estuvo un año en Early Access y se lanzó en PC el 13 de febrero de 2019. Finalmente llegó a PlayStation 4 y Xbox One el pasado 24 de julio, momento que aprovechamos para poner nuestras manos en él.

Una de las primeras cosas que lamentablemente toca contar, es que el juego cuenta con partidas para hasta 64 jugadores, pero no logramos completar un escenario con esas cantidad de soldados reales. Por suerte, el juego completa el mapa con bots automáticamente cuando no hay usuarios suficientes, por lo que uno puede disfrutar igual del título. Pero bien sabrán que la adrenalina no se asemeja y que los bots no cuentan con la misma inteligencia y táctica que puede tener un duro rival de carne y hueso. Por alguna razón, la tan fiel comunidad de Verdun no tuvo la misma reacción con Tannenberg. Y podemos ver un poco de el porqué.

Pero antes de plantear algunos puntos negativos, quiero contar mi primera sensación con el juego, la cual fue buena. Y es que esos minutos (o quizás segundos) previos a toparte con el primer enemigo son fantásticos si te ponés en contexto. Digo minutos o segundos porque algunos jugadores probablemente vayan como locos a las zonas de peligro, mientras que otros se tomen las cosas con más realismo y decidan ir con cautela. No, no es un título de stealth, pero bien podemos ponernos en el papel de un soldado que está aterrado por el hecho de que asomarse por la trinchera puede ser lo último que haga. Es que sí, es muy fácil morir, y aunque no hay una gran variedad de armas, en su mayoría te pueden aniquilar de un tiro o dos máximo.

Y fue ahí cuando me sentí totalmente inmerso en Tannenberg, arrastrándome por mi vida, pero sin olvidar mi misión: capturar las zonas del enemigo. Al menos en este primer modo clásico que estaba probando, el más jugado por la comunidad. Los efectos de sonido son grandiosos, y de golpe comencé a escuchar disparos a lo lejos, y miré desesperadamente en toda dirección, desorientado al no encontrar la cuna de esas balas. Unos segundos más tarde, un soldado enemigo apareció ante mí, nos disparamos, caí derrotado... y bueno, elegí otro punto del mapa y volví corriendo a ver si me vengaba. Ja, al carajo la inmersión.

Lo que quiero decir con esto último es que uno puede jugar las partidas de diferentes formas: ser el soldado alocado que corre desesperado, o el paciente que se mueve como una víbora. Pero lo cierto es que un modo de muerte permanente, en tiempos de tanto Battle Royale, le quedaría genial. Hay algo similar, que es el modo todos contra todos, donde el mapa se va reduciendo mientras corre el tiempo. Por último, tenemos otro modo por equipos donde simplemente hay que matar cuantas veces podamos al enemigo, sin tener que andar capturando zonas. Por ende, el primer modo del que hablé es el más estratégico y completo.

Creo que me excedí un poco en el relato dramático de mi primera sensación, pero reitero que esos minutos me parecieron de lo más interesantes. Luego de un rato ya fui encontrando detalles mejorables, pero es muy positivo que la ambientación esté cuidada, y mismo elementos como el poco arsenal, que puede parecer algo en contra para el gameplay pero en verdad es la variedad con la que se contaba en aquel entonces. Entre sus virtudes, los mapas son muy grandes, y al morir tenemos varios puntos de respawn, como aclaré antes. Esto puede ser bueno o malo, ya que la falta de comunicación puede desplegar a las tropas torpemente, o por el contrario hacer que la acción se concentre en un solo lugar. Por otro lado, cuando comenzamos a capturar una zona, si estamos solos puede tardar una eternidad, lo cual es un poco embolante.

El gameplay en general se parece a Verdun, con las mejoras que el título fue adquiriendo en su crecimiento. Las mecánicas son las justas y necesarias, pudiendo recargar, arrastrarnos, lanzar granadas, etc. Al ser un juego donde un disparo puede ser fatal, no saben lo delicioso que es asestar una bala a una buena distancia. El enemigo ni sabe qué le ocurrió, mientras vos gritás como niño. Las partidas duran al menos 30 minutos, por lo que no es recomendable para quien quiere jugar un rato y ya; se pueden extender incluso más. Ahora, es innegable que tiene lo necesario para entretener y alejarse de lo común que vimos en numerosos títulos multijugador, ojalá el número de usuarios vaya en aumento, porque Tannenberg tiene potencial.

Tannenberg es un correcto título multijugador que, si bien no tiene la más grande comunidad o la mejor oferta a nivel gameplay, gana por inmersión e identidad. Si buscás partidas rápidas o acción desenfrenada, no es tu juego. Acá reina la táctica y la posibilidad de morir de un pestaneo. Las partidas rondan la media hora, y vas a jugar mucho con bots, pero nos lleva a la no tan explorada Primera Guerra Mundial y te la hace sentir.

· Ambientación, te hace sentir muy inmerso en esta poca explorada guerra.

· Buena balanza entre la acción y la estrategia.

· Partidas largas y tensionantes.

· Todavía no cuenta con una gran comunidad, casi siempre hay bots en las partidas.

· No hay muchas armas, algo entendible por la época en la cual se desarrolla.

· Pocos modos, le falta alguna oferta más original.